Estoy seguro que el nombre de Heffner Performance te suena, y es que después de presentar hace un mes su bestial preparación del Lamborghini Murciélago con 1100 CV es más que probable que te quedaras con el nombre. Lo que te voy a presentar ahora no es menos espectacular, ni mucho menos. Se trata de una preparación de similar empaque sobre una base aún más deportiva, el exclusivo Lamborghini Gallardo Supperleggera, que te recuerdo incluía una rebaja de 100 kg en el peso y una potencia 30 CV superior a la del Gallardo normal.
Basándose en la configuración de doble turbocompresor consiguen incrementar el rendimiento del magnífico V10 de 5 litros hasta doblar las cifras oficiales. Si el Superleggera entregaba 530 CV de serie, con la preparación de Heffner presumen de haber conseguido un pico de potencia máxima superior a 1300 CV, claro, que forzando la mecánica de una manera en la que no aguantaría muchos kilómetros.
Poder hacerse con una de las pocas unidades existentes del Superleggera (tan solo 172 llegaron a EE.UU.) ya es un gran privilegio, así que atreverse a meterle mano a la mecánica es una operación que requiere de mucha responsabilidad. Pero los hombres de Heffner ya están curtidos en mil batallas de este tipo así que se sin miedo se pusieron manos a la obra.
Lo primero que hicieron fue pesar el vehículo y meterlo en el banco de rodillos para medir su potencia de fábrica. Los resultados obtenidos fueron de 436,2 rwhp. Esta potencia se corresponde con la medida en las ruedas traseras, por eso su valor es bastante menor que los 530 bhp (medidos sin contar los rozamientos producidos por la transmisión) que oferta de serie.
Ya con un valor de referencia sobre el que poder comparar el incremento de potencia final, lo siguiente es ponerse manos a la obra (obviamos la parte de diseño e ingeniería previos que no nos muestran). Toca extraer el descomunal propulsor del vano motor.
Tras el minucioso trabajo, el vano motor queda vacío a la espera de su nuevo hipervitaminado inquilino. Y aquí está el bloque de 10 cilindros y 5 litros listo para ser desmontado y a la espera de sus nuevos componentes.
Las primeras mejoras vienen de la mano de Carrillo, un fabricante especializado en bielas y pistones para preparaciones de motores de alto rendimiento. Aquí tienes la diferencia visual entre el conjunto de pistón y biela de serie (abajo) y el instalado (arriba). Además de ganar en resistencia, esta combinación también logra reducir el ratio de compresión, lo que permitirá aguantar mayor presión en los turbos.
Es turno de la parte importante, la instalación de los dos turbos. Para ello primero deben construir el sistema de tubos necesarios integrados con el sistema de escape y el motor. Estos tubos están construidos en acero inoxidable y han sido unidos mediante soldaduras de tungsteno y argón (TIG).
Las partes más expuestas a la temperatura han recibido un recubrimiento cerámico para incrementar su resistencia. Este recubrimiento puede terminarse en diferentes colores, y aunque lo normal es dotarlo de un acabado cromado, los chicos de Heffner han elegido para esta ocasión tan especial el negro mate, para diferenciarse así de otras preparaciones anteriores.
Y ahora es cuando llega el momento de la verdad. Toca arrancar el motor, comprobar que todo funciona correctamente y medir las prestaciones. Como ya te he anticipado en los primeros párrafos, la potencia final conseguida supera los 1300 CV. Si tenemos en cuenta que el banco de rodillos midió 436 rwhp de serie, y los equiparamos a los 530 CV que oferta el fabricante, mediante una regla de tres obtenemos esa cifra.
Y aquí tienes, por último, el vídeo en el que se puede ver como exprimen cada uno de los caballos en el banco de rodillos. Atención al sonido de su escape.
¡Quién pudiera! Seguramente su afortunado propietario disfrute de él cada kilómetro, y con eso deberemos conformarnos, porque este vehículo es único y por el momento no se conoce otra preparación comparable sobre la base del ya de por sí exclusivísimo Superleggera.
Vía: Heffner
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