Ya os anunciábamos hace unos meses que los radares de velocidad media estaban en trámites de aterrizar en nuestro país de forma inminente, pero ahora ya sabemos que el próximo año las primeras “recetas” llegarán a los conductores que circulen a velocidades ilegales.
Hasta el momento estos dispositivos están funcionando en pruebas, por lo que no amonestan a los infractores, pero sus mediciones son precisas y no pueden ser engañados con inhibidores de señales ni nada parecido. El funcionamiento es sencillo, se sitúan cámaras en una vía separadas por una distancia conocida, estas leen las matrículas de los coches y si la velocidad media que han mantenido es superior a la máxima señalizada se procede a tramitar la multa.
La DGT los señalizará como cualquier otro punto de velocidad controlada, por lo que no sabremos si la medición será puntual o de tramo. A los conductores que viajen normalmente a velocidades permitidas por la vía esto les beneficiará, ya que por despiste la velocidad momentáneamente puede rebasar la máxima permitida y esto supondría una sanción con el sistema actual, pero al medirse la velocidad media a lo largo de unos cuantos kilómetros este pequeño error se disipa. No tendrán tanta suerte los que circulen por encima del límite, ya que frenar justo antes de estos dispositivos no los librará de la multa, tampoco lo consigue cambiarse de carril ya que las cámaras están interconectadas.
Los primeros puntos en entrar en funcionamiento se encuentran en las autopistas A-2 y A-3, en las inmediaciones de Madrid y en uno de los túneles del Guadarrama de la AP-6 que unen Madrid y Segovia. Poco a poco estos sistemas de medición de velocidad irán colonizando los túneles y tramos más peligrosos de nuestra geografía.
Esta tecnología también entrará en uso el los denominados “foto rojo”, semáforos acoplados a un sistema medidor de velocidad que se ponen en rojo cuando detectan una infracción. Situados en gran cantidad de travesías, en caso de que el conductor decida saltarse el semáforo en rojo, el resultado será una sanción en camino a su buzón. Las multas no tendrán como motivo el exceso de velocidad, sino el no respetar el semáforo, por lo que además de la multa se retirarán cuatro puntos del carnet al infractor.
A día de hoy la DGT dispone de 535 puntos fijos de control de velocidad y 286 radares móviles, pero este número se queda pequeño si tenemos en cuenta que pretenden instalar 1.500 controles más en los próximos tres años. Gran parte de los nuevos controles serán de velocidad media o de “foto rojo”, que ganan validez con la nueva Ley de Seguridad Vial, la polémica está servida.
Vía: Terra
Imagen: Flickr
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