En estos momentos los fabricantes que comercializan automóviles en España deberían aplicarse el refrán “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar” y tomar nota de las medidas que ya están tomando en el Reino Unido para evitar que el número de ventas de automóviles se desplome con la subida del VAT (conocido como IVA en España) del 15 al 17,5%.
Y es que si todo sigue según ha previsto el Gobierno de España, tal y como le sucederá a los británicos en unas semanas, el próximo mes de julio de 2010 el IVA se incrementará hasta el 18%, lo que supondría que un vehículo cuyo precio de fábrica es de 20.000€ verá incrementado su precio en 400€, en fín, un inconveniente más para el comprador que busca renovar su automóvil, aunque evidentemente la subida de impuestos se verá reflejada en todos los bienes de consumo.
Con la subida de impuestos que tendrá lugar en el Reino Unido el sector del automóvil se enfrenta principalmente a dos problemas. Por un lado el más evidente es que con la subida de los precios, a partir de 2010 descenderá el número de ventas y por otro lado el aumento de las ventas que se llevarán a cabo unas semanas antes de la subida del VAT hará que en muchos casos las propias marcas se puedan ver saturadas y la entrega de algunos vehículos se demore varios meses, incluso después de que hayan entrado en vigor los nuevos impuestos.
Las medidas que están adoptando las marcas van enfocadas en dos sentidos. Por un lado marcas como Vauxhall (Opel) están preparando ofertas importantes para liquidar stocks antes de la llegada del nuevo impuesto, asegurando que es una oportunidad única para hacerse con un vehículo nuevo. De esta forma el comprador se beneficia de los descuentos y la marca va deshaciéndose de algunos vehículos que tiene parados a la espera de que alguien lo compre.
Por otro lado algunos fabricantes como Nissan ya han preparado una ofensiva a la subida del IVA asegurando que a partir del 1 de enero compensarán ese 2,5% de subida con el descuento equivalente, de forma que los clientes no vean reflejado el aumento en la factura de su nuevo automóvil.
El caso británico es aún más significativo si cabe, si tenemos en cuenta que allí la subida de impuestos supondrá la vuelta a la situación habitual en los últimos años tras la bajada que se efectuó a finales de 2008, mientras que en España se vivirá una situación inédita con la que tendrán que lidiar los fabricantes y los concesionarios.
En fín, ¿cómo afectará la subida del IVA que prepara el gobierno para el 1 de julio de 2010 en España? Eso aún no lo sabemos, pero probablemente veamos como las marcas preparan una ofensiva de descuentos unos meses antes del verano como la que ya se ha preparado en el Reino Unido.
Imágenes e Información: Newspress UK
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