Ni de los avances técnicos, ni de los gustos de los clientes, ni, por supuesto, del interés por cuidar el medio ambiente. Lo llevo diciendo mucho tiempo: el coche del futuro, o mejor dicho, el futuro del coche eléctrico dependerá, con más de un 90% de eficiencia, de decisiones políticas al servicio de poderosos intereses económicos.
Y el ejemplo más contundente lo podemos ver ahora mismo en Francia. Si a principios de año el gobierno francés sorprendía incluso a los electroconductores más optimistas con una superayuda de 5.000 euros para la compra de un coche eléctrico (¿podríamos llamarlo plan 5.000E?) , el ejecutivo galo vuelve a anunciar ahora nuevas leyes destinadas a allanar definitivamente el camino al coche eléctrico de baterías.
La nueva normativa se sale del ámbito estricto de la industria del automóvil y contempla la obligatoriedad de que todos los aparcamientos de empresa de la república ofrezcan algún sistema de recarga en el año 2015. Lo que no tengo claro es si esta medida afecta también a los parkings de organismos oficiales y, esto es lo que más me intriga, si las empresas serán las que tengan que correr con ese gasto.
Pero lo que resulta más sorprendente, además de a mi juicio demasiado precipitado, es la intención de que las viviendas de nueva construcción que disfruten de plaza de garaje propia tengan que cumplir con esa misma obligación incluso tres años antes, en 2012. Y lo que tampoco me cuadra es que esa norma no prevea también la obligación de redondear el conjunto con la instalación de las correspondientes placas solares en el tejado.
El gabinete de Sarkozy está dispuesto, por su parte, a invertir 1.500 millones de euros de todos los ciudadanos franceses en desarrollar una red de estaciones de recarga a lo largo y ancho de todo el país. Por lo que se ve, la idea es que todos contribuyan a crear la infraestructura necesaria para que se pueda recorrer el país de punta a punta con coches eléctricos de baterías. Todos, menos los que al final serán los verdaderos beneficiados de toda estas medidas: las compañías eléctricas. Supongo que estas no participan para así poder ahorrar para cuando llegue el momento de ampliar su parque de centrales nucleares con el que poder abastecer el previsible aumento de demanda de electricidad.
Vía: wattgehtab
En Diariomotor: El gobierno francés quiere comprar 50.000 coches eléctricos I España contará con un millón de coches eléctricos para 2014