En Diariomotor seguimos cargados de pruebas interesantes y en este caso he probado para vosotros un vehículo muy poco conocido: el SsangYong Actyon Sports, la versión pick-up del todoterreno SsangYong Actyon. Aunque bastantes de mis impresiones del Actyon son válidas para esta versión pick-up, es necesario un análisis exhaustivo puesto que hay diferencias significativas entre los dos coreanos. Es un vehículo que esconde muy buenas cualidades y que tiene fuertes argumentos de peso contra sus rivales, especialmente en lo tocante a relación calidad-precio y dinámica. La versión que hemos probado a fondo durante nada menos que dos semanas es la 200Xdi, de acceso a la gama, con el acabado básico y un cambio manual de cinco relaciones.
Como ya es habitual en las pruebas que periódicamente os ofrecemos destriparemos todo los aspectos posibles del coche en tres artículos. La primera entrega constará de un análisis de su diseño y en general la habitabilidad del todoterreno, especialmente referida al habitáculo, si es cómodo, si la visibilidad interior es buena, etc. La segunda parte se centrará exclusivamente en la dinámica, su comportamiento en el campo (cuenta con tracción total conectable, reductora y autoblocante), en carretera y autopista y finalmente nuestras impresiones surcando las calles de la ciudad. Terminaremos nuestro periplo sin olvidarnos de compararlo con sus competidores, así como de repasar detenidamente su precio y equipamiento.
Puesto a la venta en 2006 y ligeramente actualizado recientemente, su diseño conjuga un todoterreno deportivo de aspecto juvenil con un vehículo diseñado para llevar a cuestas una gran cantidad de carga y objetos voluminosos, es por tanto inevitable un cierto aspecto cuadriculado en la zaga. Su configuración es de cabina doble, tiene cuatro puertas y puede llevar a cinco personas a bordo, al igual que la práctica totalidad de pick-ups a la venta actualmente en el mercado español. La unidad probada llevaba además un hardtop para la zona de carga, lo que permite cargar objetos y no preocuparnos del tiempo o su seguridad si dejamos el coche aparcado. Me parece un extra de lo más recomendable y que incrementa en muchos enteros la practicidad de la pick-up. Este accesorio de concesionario está valorado en 1.500€.
Al igual que en su hermano el Actyon, su diseño tiene que entrar por los ojos. A algunos les encantará y otros lo verán poco agraciado pero no podemos negar que es diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La vista frontal está dominada por unas enormes ópticas afiladas y la peculiar calandra, cuyo vértice inferior está más retraido que la parte superior, lo que porovoca un curioso efecto visual. Con paneles de nido de abeja, nos aporta una imagen diáfana, que se extiende a un gran capó de diseño más propio de un coche clásico. El paragolpes delantero está construido en plástico duro y alberga de serie dos pequeños faros antiniebla.
Hasta el pilar B lo cierto es que no se diferencia apenas del SsangYong Actyon, pero es muy diferente de ahí hacia atrás. La puerta trasera es más grande y al abrirla una parte sobresale. La línea lateral se prolonga por el lateral de la caja, cuyo perfil es ligeramente ascendente. El nervio lateral cae hacia abajo antes de llegar a las ópticas, formando un buen contraste con la ventana lateral del hardtop. Es una solución visualmente agradable, lejos de la estampa cuadriculada que podría haber tenido. El portón del maletero se abre hacia abajo y se puede usar como apoyo a la hora de cargar objetos pesados, la luneta del hardtop se abre hacia arriba. Finalizamos el repaso visual al Actyon Sports con su paragolpes trasero de plástico oscuro, un tubo de escape oculto y unas llantas de aleación de 16 pulgadas.
Habitabilidad
Plazas delanteras
Abrimos la puerta del conductor y nos subimos al habitáculo. Es uno de esos coches altos a los que realmente subimos para empezar a conducir. Nos acomodamos en unos asientos de tela con un tapizado sobrio y de apariencia resistente. Y qué decir de estos asientos, me han impresionado gratamente. Tienen muchas posibilidades de ajuste y el vital ajuste lumbar. Su mullido duro es ideal para viajes largos, como muestra un botón, me hice 500 km casi del tirón sentado en ellos y al llegar no tuve ni un sólo dolor muscular o de espalda. Son asientos grandes, con una buena longitud de banqueta y buenos pétalos de apoyo para el respaldo. Los pétalos de la banqueta son algo menos pronunciados pero en ningún momento he echado de menos más apoyo lateral, ni practicando conducción todoterreno.
Mido un 1.83 metros y la verdad es que de espacio en las plazas delanteras iba bastante sobrado, aunque alguna persona de gran estatura podría rozar con la rodilla derecha en la consola central. El espacio para las piernas es considerable y los pedales tienen una separación entre sí adecuada. Para descansar el pie izquierdo en largos viajes o para apoyarlo cuando no esté sobre el pedal del embrague tenemos un amplio reposapies. El asiento del copiloto carece de apoyo lumbar y entre ambos asientos se ubica un gran cajón portaobjetos, que también puede servir como apoyabrazos, está tapizado. Al igual que en el SsangYong Actyon, también se pueden efectuar viajes largos muy cómodamente y también hay espacio en la puerta para apoyar nuestro brazo izquierdo.
Plazas traseras
Al sentarnos en la banqueta trasera las cosas cambian bastante. Lo primero que llama la atención es que el mullido de los asientos pasa a ser blando, de hecho demasiado blando para mi gusto. La banqueta es suficientemente ancha para tres adultos, pero estos tendrán problemas para estirar sus piernas. Buscando un mayor aprovechamiento de la zona de carga se reduce el tamaño de las plazas traseras y si los asientos delanteros están en una posición poco adelantada personas de más de 1.70 metros pueden ir incómodas. Hay tres reposacabezas de serie pero el cinturón de seguridad de la plaza central es sólo de cintura. Si abatimos el respaldo accedemos a un pequeño hueco donde se ubican los triángulos de emergencia o el gato, y en el que podemos meter herramientas auxiliares.
Maletero
Deberíamos denominarlo zona de carga puesto que es uno de los principales argumentos existentes a la hora de comprarse un pick-up. Si era un punto flaco en el Actyon no podemos decir lo mismo del Actyon Sports. Su capacidad es de nada menos que 1.071 litros hasta el borde de carga, como tenemos hardtop podemos rebasar el borde de carga sin correr peligro de que se nos caiga parte de la carga por el camino. Es perfectamente regular en sus formas con excepción de los poco prominentes pasos de rueda y está recubierto en plástico muy duro, resistente y de fácil limpieza si se nos mancha. Las dimensiones de este espacio son de aproximadamente 1.3 metros de profundidad, 1.6 metros de ancho y 55 cm de altura, conseguidos a base de alargar la batalla del pick-up hasta los 3.060 mm y su longitud total hasta los 4.97 metros.
La capacidad de carga total del SsangYong Actyon Sports es de 453 kg, inferior a la de sus rivales de segmento, que rondan los 600-700 kg. La razón principal es que el eje trasero monta un esquema de suspensión compuesto por muelles helicoidales en lugar de las típicas ballestas de acero. La dinámica y confort en carretera son muy superiores a las de Toyota Hilux y compañía, pero a costa de sacrificar algo de capacidad de carga. Volviendo a temas prácticos, si queremos cargar objetos pequeños o bolsas de la compra es más recomendable hacerlo en el habitáculo o agruparlos en cajas si queremos llevarlos atrás, de lo contrario acabarán bailando sobre el piso de la caja, con peligro de que se dañen.
SsangYong piensa en nosotros y ha instalado diversos ganchos en la caja para que podamos atar con pulpos o cuerdas lo que sea que transportemos. Al maletero sólo se puede acceder desde el exterior del coche, la cabina es independiente de la zona de carga. Aunque tengamos que bajarnos del habitáculo para cargar o descargar, será una tarea sencilla ya que el borde de carga es plano y está a muy poca altura del suelo, poco más de 70 centímetros. El portón también está revestido en su interior con plástico duro, conforma una superficie plana con el resto de la caja cuando lo bajamos, por lo que nos sirve de apoyo a la hora de mover objetos de gran tamaño. Si no caben los podemos dejar colgar por fuera, siempre señalizándolo debidamente y en los límites que la ley impone.
Como último detalle la rueda de repuesto se encuentra en los bajos del coche, bajo la caja en la parte trasera y concretamente tras el diferencial. Para acceder a la misma hay que meterse bajo el coche y sus medidas son las mismas que las de las demás ruedas (225/75 R16), un detalle importante en un todoterreno.
Ergonomía y uso de los controles
Apenas hay quejas por mi parte, todos son muy sencillos de usar y están a mano. Es un aspecto para mí muy importante en un coche puesto que nos evita apartar la vista de la carretera, con el claro perjuicio a nuestra seguridad. Analizando poco a poco el puesto de conducción comenzamos por los asientos, que tengo que seguir elogiando por su comodidad. Es sencillo encontrar nuestra postura de conducción perfecta gracias a los ajustes, destacando la regulación en altura y el vital apoyo lumbar. Al igual que en el SsangYong Actyon el volante no se puede regular en profundidad, a título personal no me ha parecido incómodo pero a algunos compradores podría impedirles encontrarse a gusto, especialmente en viajes de cierto calibre.
El volante es multifunción y desde el mismo podemos controlar el volumen del equipo de sonido, cambiar de canción o emisora o bien silenciar el sonido. Los botones son grandes y de buen tacto. Los controles del aire acondicionado continúan esta tendencia, se aglutinan en tres ruletas en las que se elige potencia de soplado, calefacción o refrigeración y si el aire saldrá hacia nuestra cara o la zona de los pies. Lo desglosaré más detenidamente al hablar del equipamiento, pero ya anticipo que es lo típico. Sobre la climatización hay un hueco portaobjetos ideal para carátulas de CD o las gafas de sol, y un poco más arriba nos encontramos al sistema de sonido, algo farragoso de usar y con detalles extraños, como ausencia de botón de pausa en la reproducción de un CD.
A la derecha del contacto y en ordenación circular está el interruptor de los warnings, la luneta térmica y los retrovisores calefactados. Esta curiosa disposición es una de las señas de identidad de los SsangYong Actyon y Kyron. Bajo dicha agrupación está el selector del modo de tracción: trasera en condiciones normales (2H), integral (4H) e integral con reductora (4L). Como no dispone de asientos calefactados hay dos botones muertos. Llegamos al extremo inferior de la consola central y el regulador de la altura de los faros. Desde otra ruleta a la izquierda del volante ajustamos los espejos retrovisores eléctricamente o conectamos el antiniebla trasero. Tanto luces como limpiaparabrisas se manejan de forma sencilla con las típicas palancas que salen de la columna de la dirección.
La palanca de cambios está cerca del volante y el freno de mano no molesta en absoluto cuando está desacoplado. Pasamos ahora a repasar los diversos huecos portaobjetos del SsangYong Actyon Sports, una característica necesaria en un vehículo polivalente. Uno de los más útiles está bajo los controles de climatización, no está acolchado y es suficientemente grande para unas siete carátulas de CD, para que os hagáis una idea. La guantera es pequeña: cabe la documentación del coche, el manual y muy poco más. En todas las puertas hay huecos, son profundos y son ideales para libros o revistas. En ellos no entra una botella de agua, para eso ya están los dos compartimentos que hay entre los asientos delanteros.
Los pasajeros de las plazas traseras pueden dejar revistas en las redes que hay tras los asientos delanteros y objetos tipo latas de bebida o botellas en un hueco central, sujetos con una pequeña red elástica. Desde luego, no será por sitios donde dejar cosas, es una pick-up muy completa en dicho aspecto.
Visibilidad
El puesto de conducción está a una altura envidiable, desde la que se puede mirar por encima del hombro a los conductores de los demás coches. Es una sensación muy agradable puesto que también controlamos muy bien los ángulos delanteros gracias al corto voladizo delantero y los finos pilares A. Resulta muy útil cuando practicamos la conducción todoterreno o circulamos por ciudad. Mirar por los espejos retrovisores es una gozada, son rectangulares y de enorme tamaño, si se empañan los podemos calefactar de serie en todas las versiones. Sin embargo la visibilidad trasera en general no es buena. El coche mide cinco metros de longitud y tiene un voladizo trasero generoso. Teniendo en cuenta que el portón del maletero está a casi metro y medio de distancia del suelo ya tenemos la receta ideal para dar marcha atrás con miedo.
Este hecho es común, sin excepción, a todas las pick-up que se venden en el mercado español. Mirar por el espejo retrovisor interior tampoco es de demasiada ayuda a la hora de aparcar, la mayor parte de objetos quedan ocultos a la vista: es mucho mejor y más seguro guiarse por los espejos exteriores. Aún así, una vez nos hemos hecho a las medidas del coche ya maniobramos con más confianza. Cuando nos incorporamos a una autopista o a otra vía se aplica la misma técnica, guiarse por los retrovisores exteriores: el pilar D (situado en el hardtop) no es grueso, es la caja la que bloquea ciertos ángulos traseros. Un buen conductor se puede anticipar a estas situaciones, no hay problema si planificamos con antelación y seguridad las maniobras.
Mañana podréis leer la segunda parte, nos centraremos en el equipamiento, calidades del habitáculo y la dinámica de conducción en campo, ciudad y carretera, analizada de la manera más exhaustiva posible.
- Prueba: SsangYong Actyon Sports 200Xdi, segunda parte
- Prueba: SsangYong Actyon Sports 200Xdi, tercera parte
- Prueba: SsangYong Actyon 200XDi Limited Aut., primera parte
- Prueba: SsangYong Actyon 200XDi Limited Aut., segunda parte
- Prueba: SsangYong Actyon 200XDi Limited Aut., tercera parte
Prueba: SsangYong Actyon Sports 200Xdi
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