No. No estamos ante lo que podrían ser los primeros signos del inevitable Peak Oil, aunque la foto nos puede dar una idea de lo que puede suponer que una gran ciudad se quede sin suministro de combustibles para los automóviles. La imagen corresponde a la situación que se vive desde media mañana del martes en la ciudad china de Chongqing por obra y gracia de la escasez de combustibles. Cientos de taxistas hacen cola mientras esperan durante horas a que les llegue el turno de repostar en una de las gasolineras de la ciudad.
Chongqing acumula en su área metropolitana (con más de 80.000 km2, esto es, un tamaño similar al de Austria) una población de más de 32 millones de personas y tiene la peculiaridad de ser una de las ciudades chinas con menor número de bicicletas por habitante. Esto se debe a que su dificultosa orografía llena de colinas no invita precisamente a realizar largos paseos a pedales. En contrapartida, cuenta con un inmenso parque móvil de taxis.
Y fueron los taxistas los principales perjudicados por la situación de escasez de combustible que vive la ciudad desde hace el pasado martes, viéndose obligados a esperar durante horas para poder llenar el depósito de sus coches. De no solucionarse pronto el problema, se espera que comiencen a escasear los alimentos y productos de primera necesidad en los mercados de la metrópoli. He intentado, sin éxito, averiguar los motivos de estas restricciones de carburantes pero, al parecer, se trata de un asunto puntual que solo afecta a esta céntrica ciudad industrial de China.
Vía: tt.com
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