Los dumper gigantes son probablemente los vehículos de cuatro ruedas más grandes del planeta. Algunos Caterpillar superan las 300 toneladas de peso en vacío, llevan motores turbodiésel de 24 cilindros, cuatro turbos y 117 litros de cilindrada y son capaces de acarrear hasta 400 toneladas de rocas. El Belaz bielorruso que os mostramos es algo más pequeño, sólamente pesa 134 toneladas, el equivalente a 100 Volkswagen Golf. Su misión es transportar rocas en canteras y todo tipo de explotaciones mineras.
En este artículo os mostraremos el proceso de construcción de uno de estos monstruos, desde que se monta el chasis hasta que se acopla el volquete. Una curiosidad de este proceso es que no se lleva a cabo en una cadena de montaje, es casi artesanal y algunas piezas terminan de montarse una vez el camión está ubicado en su lugar definitivo de trabajo. Algo lógico cuando el conjunto mide un total de 11 metros de longitud, 8 metros de ancho y casi 9 metros de alto.
Todo comienza con un chasis, montado en la factoría central de Belaz. Básicamente comprende los ejes y el motor. Una de las curiosidades es que el motor no mueve directamente las ruedas, sino que genera energía para los motores eléctricos que accionan las cuatro ruedas. Este sistema se emplea en muchos volquetes pesados, no sólo en los Belaz. Sobre el chasis se monta la cabina, radiador y ruedas, todo con la ayuda de grúas y carretillas elevadoras, sólo una rueda supera la tonelada y tiene casi 3 m de alto.
También es el momento de montar los brazos hidráulicos y todo el sistema eléctrico. El camión queda prácticamente listo para funcionar, pero antes hay que probarlo poniéndolo en marcha. La primera vez que se enciende su motor diésel hace tanto ruido que son necesarias protecciones auditivas para los presentes. Tampoco es un arranque limpio, verdaderas humaredas grisáceas se levantan, producto de la combustión imperfecta de gasóleo pesado y aceite lubricante.
Una vez comprobado que todo va bien, hay que montar el camión en un tren, ocupando tres vagones de mercancías. Una vez llega a su destino aún hay que fabricar el volquete. Varios trabajadores de Belaz sueldan in situ las piezas necesarias y lo acoplan con una grúa al camión. Ahora el Belaz ya está listo para transportar todo tipo de materiales. A continuación hay más imágenes del proceso de montaje, ordenadas más o menos cronológicamente.
Vía: English Russia
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