Un dispositivo policial compuesto por medio centenar de agentes se presentó la pasada noche del sábado en las inmediaciones del Circuito de Hockenheim para poner fin a las carreras ilegales que se estaban celebrando en la zona. La actuación acabó con 43 coches identificados y más de 100 personas, entre participantes y espectadores, denunciados.
La drástica intervención de las fuerzas de seguridad se puso en marcha tras las denuncias de testigos informando que las carreras ilegales se celebraban casi todos los fines de semana. El problema fundamental es que las competiciones se realizaban en el Circuito de Hockenheim, pero en el trazado antiguo.
El Circuito de Hockenheim (Hockenheimring) se remodeló en el año 2001, pasando de tener más de 6 kilómetros de longitud a poco más de 4. Parte del trazado, incluyendo las curva Jim Cark y la Ostcurve) quedaron fuera del nuevo trazado. Precisamente era en esta última zona donde se reunían los pilotos frustrados para dirimir sus disputas.
La pista abandonada (de unos 800 metros de longitud) no es, en sí, una carretera normalmente abierta al tráfico, por lo que no se puede hablar estrictamente de un delito contra la seguridad vial. Sin embargo, se encuentra en una zona boscosa, sometida a la protección específica de la Ley de Bosques (Bundeswaldgesetz). Este detalle hace que las denuncias puedan acabar en multas más elevadas que si fueran por infracciones a la ley de tráfico.
Vía: spiegel
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