A lo largo del año que viene comenzará a venderse la nueva Volkswagen Amarok en cuatro mercados, Sudamérica, Europa, Australia y Sudáfrica, por orden de importancia. Hablamos de una pick-up de 5.25 metros de longitud, un tipo de vehículos en los que Volkswagen es una empresa novata, pero pretende aprobar con nota. Su diseño lo posiciona un punto por encima de sus competidores, es elegante y esbelto, heredando los rasgos estilísticos de toda la familia Volkswagen.
El frontal porta las características luces y calandra, mientras que la zaga tiene unas ópticas que recuerdan a las del Volkswagen Polo. Los pasos de rueda abultan considerablemente y esconden unas llantas de hasta 19 pulgadas de diámetro. En los acabados más altos unas estriberas y una jaula para la caja posterior le dan un aspecto ciertamente aguerrido. En principio se ofrecerá sólo con cabina doble y cinco plazas, por propia experiencia las traseras no van a ser demasiado amplias.
El habitáculo no es tan vistoso como en otros Volkswagen, es un vehículo destinado al trabajo y en menor medida al ocio. El diseño del salpicadero es sobrio y sus formas angulosas inspiran una construcción robusta. Los acabados son buenos, pero la abundancia de plásticos duros es alta, algo lógico ya que se prima la durabilidad frente al diseño. Hay tres acabados, un Amarok básico, el Amarok Trendline y el Amarok Highline, un tope de gama sobre el que se pueden añadir diversos accesorios estilísticos.
En el acabado básico los espejos, elevalunas o cierre son manuales, lleva paragolpes de plástico oscuro y hay pocas concesiones a la comodidad o el lujo. Lleva llantas de acero de 16 pulgadas y es la opción lógica para aquellos que lo vayan a usar como vehículo de trabajo. El Volkswagen Amarok en su versión Trendline ya lleva climatizador Climatic, control de velocidad, ordenador de a bordo, llantas de aleación de 16 pulgadas o faros antiniebla. Es en mi opinión la opción más equilibrada del conjunto.
Con el acabado Highline el vehículo adquiere tintes premium, con retrovisores cromados, llantas de aleación de 17 pulgadas, pasos de rueda ensanchados, inserciones de cuero, apliques de calidad en el salpicadero, climatizador bizona Climatronic o un equipo de sonido de más potencia. La oferta de personalización se completa con estriberas, barras antivuelco o llantas de hasta 19 pulgadas. En cuanto a la seguridad de los pasajeros, todas las versiones llevan cuatro airbags y ABS, pero el ESP es opcional.
Resulta chocante que un vehículo así no emplee ESP de serie, sus motivos tendrán, a mí me cuesta verlos teniendo en cuenta el potencial de salvar vidas de esta niñera electrónica. Los Amarok que lleven ESP lo tendrán asociado a un asistente de ayuda al arranque en pendiente y a un asistente de ayuda al descenso de pendientes. En conducción off-road el ABS se programa de manera diferente para responder de manera óptima ante todo tipo de situaciones peliagudas.
Los motores que moverán a la Volkswagen Amarok en cuanto empiece a salir de las líneas de producción en Pacheco (Argentina) son dos turbodiésel 2.0 TDI. El primero de ellos lleva un turbo de geometría variable, entrega 122 CV de potencia y tiene un par de 340 Nm a 2.000 rpm. En la versión 4×4 consume una media de 7.6 l/100 km o 199 g/km de CO2, uno de los mejores valores del segmento. El tope de gama es un nuevo 2.0 TDI con doble turbocompresor, 163 CV de potencia y 400 Nm de par a 1.500 rpm.
Consume algo más, pero la media se queda en unos razonables 7.8 l/100 km y 206 g/km de emisión de dióxido de carbono en la versión 4×4. El depósito de 80 litros de gasóleo permite en ambos casos autonomías superiores a los 1.000 km. La conducción eficiente se promueve por la propia pick-up, todas las versiones llevan indicador de cambio óptimo de marcha. Los dos motores se asocian a un cambio de marchas manual de seis relaciones, no se ha hablado por el momento de cajas automáticas ni DSG.
Hay tres variantes de propulsión. La primera es un Amarok básico con tracción únicamente trasera, las dos restantes son Amarok 4Motion. En el primer escalafón se ubica el Amarok con tracción total conectable, siendo el tope de gama la pick-up con tracción total permanente con bloque opcional del diferencial trasero. En condiciones normales reparte el 40% de la fuerza al tren delantero y el 60% al trasero, repartiéndose en función de la adherencia mediante un embrague Torsen.
El eje trasero es rígido y lleva ballestas pesadas como suspensión. No es lo más recomendable para el confort pero la mejor opción si vamos a cargarlo mucho. El espacio destinado a la carga tiene 2.52 metros cuadrados, una profundidad de 1.55 metros, un ancho de 1.62 metros y una altura de 52.5 cm. Según Volkswagen la carga útil del Amarok es de 1.15 toneladas y puede remolcar hasta 2.8 toneladas. También comentan que es la primera pick-up en poder cargar Europalets de costado.
Entre sus rivales están las Toyota Hilux o Nissan Navara, habrá que ver que precio fija Volkswagen porque es un punto muy importante de venta. Tampoco han hablado de prestaciones o de si dispone de reductora, un punto vital en el uso de una pick-up. En Diariomotor ya hemos probado una pick-up, la SsangYong Actyon Sports, más pequeña que la Amarok y más enfocada a un uso lúdico.
Volkswagen Amarok
Vía: Volkswagen
En Diariomotor: Volkswagen Amarok, adelanto de la nueva pick-up