Durante los últimos años la estrategia de Mazda se alejaba de la de otros fabricantes generalistas. Su mayor motivación, que sigue vigente en la actualidad, es abogar por una reducción de peso para reducir el consumo de combustible en sus vehículos en lugar de añadir complicados trenes de propulsión híbrida. Como muestra varios botones, el actual Mazda 6 es más ligero que su predecesor a pesar de crecer en tamaño y equipamiento, lo mismo ocurre con el Mazda 2, que no supera los 1.100 kg cuando otros utilitarios superan las 1.2 toneladas.
Entre sus últimas soluciones de ahorro de combustible está el “i stop”, un sistema que desconecta el motor de los vehículos en retenciones o semáforos, ahorrando bastante combustible. Pero con la creciente ola de electrificación del mundo del automóvil, era cuestión de tiempo que Mazda saltase al vagón de los eléctricos. Previamente ya había habido escarceos con el hidrógeno, pero todo parece indicar que la electricidad será la principal línea de actuación en los Mazda del futuro.
Todo comenzará con el Mazda 2, o Demio, como se le llama en otros mercados. Su viabilidad se probará en el llamado Tsukuba Environmental Style Test Project. Esta iniciativa comienza en marzo y verá a la compañía auxiliar Itochu Corporation colaborar con Mazda y la ciudad de Tsukuba en el desarrollo de propulsores eléctricos o puntos de recarga rápida. Unos pocos Demio formarán el grupo de choque inicial y si los resultados son positivos podría pensarse en una futura producción en serie.
Vía: Wired Autopia
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