¿Os acordáis de aquél Ferrari F355 que recibió la carrocería de una furgoneta Citroën 2CV? El experimento que os mostramos también puede clasificarse como afrenta a un clásico, se trata de una mezcla entre un Citroën DS “Tiburón” y un Toyota Land Cruiser. Mi mente me dice que es un sacrilegio en toda regla pero al ver el resultado no logro cerrar la boca del asombro y la brillante locura que los franceses de Renard Sport han tenido. ante todos ustedes, el Citroën D-Crosser.
Todo comenzó con un Citroën DS de desguace, del que sólamente la carrocería era salvable. Los chicos de Renard se propusieron construir un todoterreno como nunca antes se había visto, así que rápidamente se hicieron con el chasis de un viejo Toyota Land Cruiser, así como el grupo motopropulsor, con su pertinente tracción integral permanente. El habitáculo está sostenido por una jaula antivuelco de un viejo todoterreno de competición, incluso está homologada por la FIA.
Los paneles del Citroën DS han debido amoldarse a la jaula antivuelco, resultando en una estética algo menos estilizada que cuando era una berlina. Además de pintarlo de amarillo le han elevado la suspensión e instalado ruedas de profundos tacos. Desde dentro también es irreconocible, metal al desnudo y un volante espartano en un ambiente totalmente racing. Puede que no sea una preparación ética pero surcar pistas de tierra con un DS sacado de Transformers me suena francamente bien.
Citroën D-Crosser
Vía: Jalopnik
En Diariomotor: Baguette con spaghetti, Citroën 2CV + Ferrari F355 | Ofensa a un clásico 3: BAPE Fashion Mercedes 300SL
