Fiat está afrontando una mala noticia, y es que nunca es agradable tener que enfrentarse a una llamada a revisión de un amplio número de unidades de su modelo estrella, el Fiat Grande Punto, que ha sostenido buena parte de las ventas de la marca en el mercado europeo en los últimos años. 500.000 unidades del Fiat Grande Punto y Abarth Grande Punto, todos ellos construidos en los años 2008 y 2009, tendrán que solucionar un defecto de fabricación en la columna de la dirección.
Medio millón de unidades, que se dice pronto, la mitad de ellos comercializados en Italia y la mitad restante en los demás países europeos. El tornillo de fijación superior de la columna de dirección podría romperse en determinadas condiciones, lo que podría provocar la pérdida de control de la dirección y consecuentemente un accidente. Según la propia Fiat, no se ha informado de ningún accidente que haya tenido su causa en este problema, pero si se enfrenta a una llamada a revisión tan grande (y sonora en cuanto a impacto mediático) es que el problema verdaderamente existe, y es preferible ponerle remedio que no ignorarlo.
El RAPEX, un sistema europeo de alerta a los consumidores acerca de productos que puedan entrañar algún peligro, dio la voz de alarma. Por supuesto, Fiat se hará cargo de la correcta reparación del mecanismo mediante esta multitudinaria llamada a revisión. No es la primera vez que un problema similar ocurre en el Grande Punto. En Noviembre de 2006, 21.000 unidades del Grande Punto con el volante a la derecha (para el mercado británico) fueron llamados a revisión a causa de otro problema con la columna de dirección, algo que se repetiría en Marzo de 2008, con 44.000 unidades fabricadas entre Marzo de 2006 y Noviembre de 2007.
Si tenéis un Fiat Grande Punto fabricado en el 2008 o 2009 puede que recibáis una carta de la marca dirigiéndoos a un servicio oficial para revisar este posible problema. En caso de que no sea así, para no quedaros con la mosca detrás de la oreja, en el departamento de atención al cliente de la marca o en un servicio oficial deberían verificar sin problema a través del número de bastidor del coche si la unidad se encuentra afectada por el problema y es susceptible de revisión.
Estas llamadas a revisión en tantas unidades por problemas de seguridad pueden hacer un gran daño en la imagen de marca, haciendo que el cliente desconfíe de la calidad o fiabilidad del producto, por no hablar del coste económico para el fabricante. Pero por otra parte, ¿qué marca no ha tenido problemas generalizados en determinadas unidades? En estos casos, creo que es preferible que la marca se haga cargo de la revisión, aunque sea simplemente por cuestiones preventivas, y no que se hagan los suecos ignorando el panorama y que el consumidor finalmente sea el que tenga que pagar los platos rotos.
Vía: Automotive News | autoblog.it
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