Desde 2002 los peajes de las autopistas españolas ajustan sus precios en relación al índice de precios de consumo y la evolución del tráfico. Esto explica los incrementos de precio de los últimos años, desde el 4.46% interanual de 2009 o el 2.93% de 2005. Este año se toma como referencia una deflación del -0.07%, acompañada de un descenso del 7.5% de la intensidad media diaria de tráfico. Se podría pensar que los peajes bajarán de precio, pero no, simplemente se congelan los precios al nivel actual.
Aunque el Estado ingresará menos dinero siguen batiendo el nivel de precios existente, y por tanto de alguna manera ganando dinero en términos relativos. Todos los años ha ocurrido lo mismo, destacando la escandalosa subida de 2009 motivada por la alta inflación de 2008, aunque ya estuviésemos en crisis. Más puntualizaciones, esta medida afecta a las autopistas de peaje de titularidad pública, dependientes del Ministerio de Fomento, no se ha hablado de que esta medida afecte a las concesionarias privadas.
Esta congelación de precio para el año 2010 tiene algunas excepciones, todas ellas relacionadas con rollos burocráticos con competencias transferidas y autonomías. Las vías dependientes del Gobierno catalán, el túnel de Soller de Palma de Mallorca, la A-15 Tudela-Irurzun (Navarra) y pequeños fragmentos viarios de pago dependientes de Galicia y País Vasco siguen sistemas de revisión de precios diferentes. Aún así también se espera una práctica congelación de precios en dichas vías.
Vía: La Vanguardia
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