Nadie está libre de morder el frío asfalto cuando circula sobre dos ruedas, la carretera no respeta a ninguna persona por encima de otra, ni tan siquiera si eres el mismísimo Director General de Tráfico. Este fin de semana Pere Navarro ha sufrido un percance cuando circulaba a lomos de su motocicleta, realizando unas “gestiones”.
El incidente fue desencadenado por la presencia de una placa de hielo en la calzada, la falta de agarre provocaba un desequilibrio de la máquina. Según el propio Navarro la velocidad a la que circulaba era la “propia de la conducción por ciudad” y la caída resultó en un esguince de rodilla, algo carente de gravedad, pero que podría haber sido mucho peor si la velocidad hubiese sido mayor.
Las pérdidas de control por el agua tanto en su estado sólido como líquido han marcado un fin de semana con una elevada siniestralidad y muchos de los conductores que han tenido que desplazarse estos días han tenido que poner de manifiesto su habilidad a la hora de enfundar las cadenas a su coche.
A falta de dos días para nochebuena espero que lo acontecido al Director General de Tráfico sirva de recordatorio para que todos vuestros sentidos estén en la carretera. A pesar de ser repetitivo, todo momento es adecuado para recordar que lo importante no es lo pronto que lleguemos sino llegar en plenas condiciones físicas y sobre todo recordaros que volante y bebidas alcohólicas no se deben mezclar nunca.
Vía: Terra
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