A finales de la década de 1990 la generación R129 de los Mercedes SL estaba llegando al final de su vida, ya llevaba fabricándose sin apenas cambios desde el año 1990. En el terreno de las altas prestaciones, el canto del cisne fue el muy escaso Mercedes SL 73 AMG. Sólamente se fabricaron 85 unidades, entre los años 1999 y 2001. Este canto del cisne sólo se distinguía de otros SL por unas llantas algo mayores – 18 pulgadas frente a 17 pulgadas – y unos muy discretos emblemas en el portón del maletero.
Para poder adquirir una unidad previamente había que hacerse con un Mercedes SL 600. Posteriormente, había que llevarlo a AMG y tras el pago de unos 100.000 marcos, los especialistas de AMG reformarían convenientemente el coche. El motor V12 atmosférico incrementa su cilindrada hasta los 7.3 litros, ganando pistones de titanio, admisión mejorada y una nueva línea de escape. La suspensión se recalibra y la caja de cambios automática de 5 relaciones se refuerza para soportar más par motor.
Y es que el descapotable de lujo entregaba una potencia de 525 CV a 5.500 rpm y un par máximo de 750 Nm a sólo 4.000 rpm. A pesar de pesar 2.050 kg debido a su pesada construcción y refuerzos estructurales – carrocería cabriolet – era capaz de acelerar hasta los 100 km/h en sólo 4.8 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 298 km/h, gracias a la supresión del limitador. Pasaron años hasta que se pudo adquirir un Mercedes más potente, concretamente los CL 65 AMG con un 6.0 V12 biturbo de 612 CV.
No era un coche diseñado para las curvas debido a un peso excesivo, pero todas las pruebas informan de lo formidable que era en línea recta y en carreteras no muy reviradas. Tampoco fue el único Mercedes SL AMG exclusivo de la época, han existido unos pocos SL 70 AMG – con motores 7.0 V12 de 498 CV – y algunos más SL 60 AMG, con motores 6.0 V8 de 384 CV, aunque los SL 600 eran más rápidos y prestacionales. Los más comunes fueron los SL 55 AMG, con motores 5.5 V8 de 354 CV de potencia.
El propulsor 7.3 V12, denominado M120, se aupaba a 565 CV en una orden especial del Sultán de Brunei, del que se dice adquirió 50 de los 85 Mercedes SL 73 AMG producidos. El actual Mercedes SL 63 AMG lleva un motor 6.2 V8 atmosférico que extrae también 525 CV, siendo sólo ligeramente más rápido en el 0 a 100 km/h que este abuelo formidable. Tras cesar la producción del SL 73 AMG en 2001 Horacio Pagani comenzó a acoplar estos motores en sus superdeportivos italo-argentinos.
Es lo que tiene la amistad con Fangio, te da buenos contactos en Mercedes. Pagani los ha empleado desde entonces, pero AMG los sigue fabricando en Alemania, subiéndolos hasta los 750 CV en bestias del asfalto como el impresionante Pagani Zonda R. Espero que esta curiosidad automovilística os haya interesado y que aquellos que lo desconocían hayan descubierto un futuro clásico. Hay un artículo extraído de una revista que merece la pena leer, la búsqueda de un SL 73 AMG por parte de un piloto alemán.
Añadimos un par de vídeos, aunque están en alemán.
Mercedes SL 73 AMG
Vía: Fastestlaps, Wikipedia
En Diariomotor: Mercedes A 190 Twin, dos motores y el doble de diversión | Opel Lotus Omega, un clásico moderno