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Santa Claus: un mal ejemplo como conductor

El “British Medical Journal” es una publicación científica muy seria y respetable repleta de farragosos artículos médicos no aptos para profanos en la materia y menos aún para hipocondríacos. Pero incluso en medios tan intelectuales como este siempre hay sitio para científicos con sentido del humor. Y como estamos en fechas navideñas, el ojo analítico se ha posado en uno de los personajes más conocido y buscado en esta época del año: Santa Claus.

Aunque a algunos les pueda sonar irreverente y poco respetuoso, nuestro personaje navideño favorito no sale bien parado en el informe presentado por el experto en salud pública Nathan Grills, de la Universidad de Monash en Australia: Santa Claus (también conocido como Papá Noel) ha resultado ser un tipo que promueve la obesidad, el tabaquismo, la conducción bajo los efectos del alcohol, el exceso de velocidad y, en general, un estilo de vida muy poco saludable.

Santa Claus mal ejemplo como conductor

Aunque no entramos a discutir sus nocivos hábitos de salud, desde Diariomotor, en la parte que nos toca como blog del mundo del motor, nos vemos en la obligación de resaltar su mal ejemplo como conductor, aunque no sea siempre de vehículos a motor. La costumbre que tienen sus clientes de dejarle pastelitos acompañados de una copita de coñac, champán o cava para que prosiga su ruta de reparto, convierten a Papá Noel en un individuo que conduce, al poco tiempo de comenzar su jornada laboral, bajo los nefastos efectos de las bebidas espirituosas.

Por otra parte, su apretada agenda de trabajo le obliga a recorrer una ingente cantidad de kilómetros en apenas una noche, lo que le lleva a alcanzar velocidades de crucero a todas luces incompatibles con los requerimientos propios de la seguridad vial. Este hecho lo convierte en un personaje que promueve el exceso de velocidad a la hora de conducir, asunto doblemente grave si lo unimos a sus más que probables tasas de alcohol en sangre muy por encima de los límites legales. Para más inri, su costumbre de no utilizar las carreteras habituales le libra de ser detectado por nuestra amplísima red de radares.

Santa Claus mal ejemplo como conductor

Analizando el tema con más profundidad, me atrevo a añadir otro detalle que lo convierte en un conductor peligroso e irrespetuoso con los demás usuarios de la vía: apuesto a que circula con exceso de carga, conclusión evidente si tenemos en cuenta toda la cantidad de paquetes que tiene que repartir en apenas unas horas. Su almacén central se encuentra en la lejana Laponia Finlandesa, y no tiene más remedio que traerlo todo en un solo viaje. El resultado es de sobra conocido: la estabilidad y especialmente los frenos del vehículo se acaban resintiendo.

Para colmo, una práctica habitual en Santa Claus es no prestar suficiente atención a las peticiones de sus clientes, sustituyendo los regalos solicitados por otros de menor valor y calidad, provocando la frustración en muchos hogares. Yo mismo llevo muchos años pidiéndole siempre el mismo regalo (turbo, 6 cilindros boxer, frenos cerámicos, carrocería 2+2, color blanco, fabricación alemana…ya me entendéis) sin haber recibido, a día de hoy, una respuesta satisfactoria. Hasta el punto de que nuestra relación, antaño muy cordial y provechosa, se ha ido enfriando con el paso del tiempo. Si encima añado el informe de British Medical Journal, casi estoy por retirarle el saludo.

Vía: público | BMJ
En Diariomotor: Los diseñadores de coches crean nuevos trineos para Santa Claus | ADAC nos enseña a transportar correctamente un árbol de Navidad

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Fernando Moreno

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