Empieza a conformarse el perfil de lo que será el próximo BMW M5 y como es costumbre en todo buen deportivo europeo, la cita con el trazado de Nordschleife es ineludible. Además de las imágenes en las que se puede ver el futuro BMW M5 F10, también han salido a relucir algunas de las posibles características que conseguirán posicionarlo por encima de la competencia, cosa nada fácil tal y como está hoy en día el mercado.
La próxima iteración del M5 abrazará las máximas de EfficientDynamics, mejorando la huella medioambiental del coche, pero sin mermar la experiencia de conducción y sensaciones del mismo. Su chasis está fabricado en aluminio, usando materiales ligeros en zonas como las puertas o el capó y de nuevo hace aparición el techo de fibra de carbono, que además de reducir el peso, consigue un centro de gravedad más bajo.
La aerodinámica también es clave, no sólo para reducir el consumo, sino para aumentar la estabilidad del coche a altas velocidades y el agarre. Los puntos que han recibido más trabajo en este aspecto han sido los pasos de rueda, la parrilla frontal y las defensas. Los detalles de estos componentes todavía son turbios, ya que el camuflaje en forma de remolino al que ya nos tiene acostumbrados BMW ha cumplido su trabajo a la perfección ocultando las formas del vehículo.
Hace poco aparecía la posibilidad de que el nuevo M5 dispusiese de un KERS similar al que estrenaron en esta temporada 2009 los Fórmula 1, de ser así parece que se recurrirá a los supercondensadores para almacenar la energía capturada durante la fase de frenado. Los supercondensadores brillan en este aspecto frente a las baterías, ya que pueden adquirir carga en un tiempo mucho menor y también desprenderse de ella cuando el coche empiece a acelerar.
El punto triste es de nuevo el downsizing, que relegará al pasado el actual motor V10 para reemplazarlo por el V8 turboalimentado que nos encontramos tanto en el X5 M, como en el X6 M, pero en este caso optimizado para el carácter propio de la berlina germana. Este bloque consigue una reducción del consumo en torno al 25-30%, siendo capaz de desactivar cilindros en caso de que la potencia que se le exija sea reducida. Para ver de forma definitiva la forma del que será el coche de los sueños de muchos de vosotros, todo apunta a que tendremos que esperar al Salón Internacional de Ginebra de 2011.
Vía: BMW blog
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