Son trayectos cortos que muchos conductores realizamos con frecuencia: al supermercado a hacer la compra, algún recado o papeleo; a recoger a los niños al cole… y vuelta a casa. Pequeños recorridos urbanos en los que el motor apenas tiene tiempo para calentarse, sobre todo en los meses de invierno. Y en esos primeros minutos de funcionamiento el consumo (y las emisiones) se disparan, sin olvidar que el aceite no ha alcanzado su temperatura de funcionamiento y apenas lubrica.
Para conocer el consumo mientras el motor se despereza, los redactores de la edición alemana de la revista Autobild sometieron a prueba una treintena de vehículos en un recorrido urbano de tres kilómetros. Las mediciones se hicieron con el ordenador de a bordo de cada coche, pues son suficientemente fiables.
En el ensayo participaron 33 modelos, pero los 5 Mercedes fueron eliminados porque sus ordenadores de abordo tardaban en reaccionar casi tanto como sus motores, mostrando cifras por defecto durante la prueba. Veamos los resultados de los demás modelos:
Los mejores de la prueba:
1º. Toyota Prius. Es el vencedor de la prueba, con un consumo medio con el motor frío de 6.6 litros a los 100. (homologado: 5.1 l.). El consumo aumentó un 29%.
2º. Fiat Grande Punto 1.3 JTD. En frío: 8.2 (homologado: 4.6). Aumento del 78%.
3º. Renault Kangoo 1.5 dCi. En frío: 8.7 (homologado: 5.7). Aumento del 52%.
4º. Skoda Roomster 1.9 TDI. En frío: 8.8 (homologado: 5.4). Aumento del 63%.
5º. Kia Ceed 1.6 CRDi. En frío: 9.1 (homologado: 4.7) Aumento del 94%.
6º. Mini Cooper Clubman. En frío: 9.2 (homologado: 5.5). Aumento del 67%.
7º. Fiat 500 1.4 16V. En frío: 9.3 (homologado: 6.3). Aumento del 48%.
8º. Renault Clio 1.2 16V. En frío: 10.1 (homologado 5.9). Aumento del 71%.
Los 5 peores resultados de la prueba
24º. Nissan Qashqai 2.0 4WD. En frío: 14.2 (homologado 8.4) Aumento del 69%.
25º. BMW X3 2.0i. En frío: 17.4 (homologado 9.3). Aumento del 87%.
26º. VW Touareg R5 TDI. En frío: 18.6 (homologado 10.6). Aumento del 75%.
27º. Opel Antara 2.4. En frío: 18.7 (homologado 9.6) Aumento del 95%.
28º. BMW 335i Coupé. En frío: 20.8 (homologado 9.1). Aumento del 128%.
Los resultados obtenidos hablan por sí solos. Con el motor frío el consumo de combustible (y las consiguientes emisiones) puede aumentar entre un 50 y un 90%, llegando casi a duplicarlo. Con los coches peor clasificados podríamos llegar casi a la paradoja de que nos cueste más el combustible que la barra de pan que hemos ido a buscar a la tienda de la esquina.
Vía: autobild
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