El tuning ruso suele dejarnos multitud de ejemplos de mal gusto, bien por exceso o bien por falta de dinero en las “preparaciones”. Hay honrosas excepciones, y creemos que esta es una de ellas. La base es un clásico Lada 2105, el automóvil soviético por excelencia, una adaptación de bajo coste del antiguo Fiat 124. Un tuning ruso estándar llevaría alerones de pega y faldones de cartón, pero en este caso se ha construido todo un coche de competición que para nada evoca a un viejo Lada 2105.
El kit de carrocería ha ensanchado las vías muy considerablemente y en el habitñaculo la modificación más sencilla ha sido la instalación de una jaula antivuelco. Los buckets Recaro son completamente nuevos, así como el salpicadero, adornado con un volante de competición y una instrumentación centrada que recuerda sospechosamente a los Porsche equipados con el Chrono Pack. Las lunas se han tintado y los botones tienen un acceso de seguridad que recuerda a los controles de los cazas militares.
Bajo el capó se encuentra la principal sorprensa, en lugar de un horrible pero durísimo 1.5 de 50 CV derivado de un tractor – no me invento nada – se encuentra un seis cilindros en línea denominado RB26DE. A los aficionados a los vehículos japoneses ya se les habrá colocado una sonrisa en la cara, para los demás, se trata del 2.6 de seis cilindros en línea del Nissan Skyline. Un motor que aguanta sin refuerzos internos 600 CV de potencia, y que ha sido guarnecido con dos picantes turbocompresores en este Lada.
Se dice que la potencia de este Lada sobrepasa los 400 CV, pero son sólo especulaciones. Destaca la colocación del enorme intercooler, casi actuando como una gran calandra. Los faros delanteros son dos finas tiras LED, mientras que las ópticas traseras quedan ensombrecidas por el enorme spoiler. Las llantas de aleación naranjas montan neumáticos 225/40 R18 y en su interior hay frenos Porsche perforados. Con un peso total que no debe llegar a la tonelada, estamos ante un coche muy serio.
Hay algún detalle final que no había mencionado, como el Head-Up Display (HUD), que proyecta en el parabrisas la velocidad que llevamos. Pero tras ver el impresionante trabajo realizado, me queda la duda de si habrá sido coherente realizar esta preparación sobre un Lada, y no sobre un coche mejor que pueda aguantar sin problemas semejante dosis de potencia. En cualquier caso, ahí quedan las imágenes para verlas en todo su esplendor y juzgar por nosotros mismos.
Aquí tenéis un vídeo de cómo suena este bicho, gracias por el enlace Panxo.
Lada 2105 con motor Skyline
Vía: EnglishRussia, Autoblog
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