En el NAIAS de Detroit Chrysler presentará una versión actualizada del 300C, su producto estrella, y realmente uno de sus pocos productos realmente competitivos. Lo primero que cambia es su nombre, en lugar de llamarse 300C se pasará a llamar Chrysler 300 S6 y 300 S8, haciendo referencia a las dos motorizaciones que llevará. Hablamos en primer lugar de un 3.5 V6 con 250 CV de potencia, una oferta atmosférica bastante eficiente para las dimensiones de la berlina estadounidense, consume 9.4 l/100 km en autopista.
Siempre va asociado a un cambio automático de cinco relaciones llamado Auto Stick. En EEUU no les van los cambios manuales, y en una berlina es raro encontrarlos. El siguiente propulsor de la gama es un viejo conocido, el 5.7 V8 HEMI, que se monta en tantos modelos del grupo. En esta evolución desarrolla unos respetables 360 CV, acompañados de un par máximo de 527 Nm. Su consumo en autopista es el mismo que el modelo V6, gracias a la tecnología Multi-Displacement System (MDS).
Básicamente, desactiva cilindros en función de los requerimientos de potencia, “reduciendo la cilindrada” en autopista o ciclo extraurbano. También va unido al mismo cambio automático Auto Stick. En cuanto a la estética, ahora el modelo lleva unas bonitas llantas de 20 pulgadas y la calandra pasa a ser oscurecida. Más partes del coche se pintan del color de la carrocería y en el habitáculo se estrena un nuevo volante con ribeteado rojo y brazos de aluminio pulido, muy bonito, la verdad.
Los materiales de las puertas y la consola central también ganan en calidad. Lo que no cambia en absoluto es la imagen gangster inconfundible del Chrysler 300C, uno de sus principales atractivos siete años después de su lanzamiento, pues no hay ningún coche parecido. En cuanto a infotainment, hay un nuevo equipo de sonido Kicker con 13 altavoces+subwoofer y un amplificador de 322 watios. El sistema Uconnect incluye conectividad Bluetooth para móviles y entradas auxiliares para iPod y reproductores de sonido.
Vendrá de serie con neumáticos Goodyear RSA para cualquier climatología, así como frenos más potentes y una suspensión más firme. En cuanto al tema de las llantas y la suspensión, puede que empeore la comodidad en viajes largos, uno de los principales puntos fuertes del coche. En cuanto a la versión SRT8 nada se ha dicho, así que puede que desaparezca. Un motor diésel 3.0 CRD de 218 CV y origen Mercedes no estará disponible en EEUU pero sí cuando el nuevo modelo alcance las costas de Europa.
Para finales del año que viene se lanzará la nueva generación, de momento habrá que conformarse con este lavado de cara.
Chrysler 300 S6 y 300 S8, ligeros cambios en el 300C
Vía: Chrysler
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