Los familiares son una opción muy popular en Europa, permiten gozar de una gran capacidad de carga sin tener que irse a grandes monovolúmenes o SUVs. La practicidad prima sobre muchos otros factores, pero últimamente la compaginan bastante bien con un diseño bonito, lejos de las típicas “funerarias” de antaño. El Skoda Superb Combi es un buen ejemplo de esta tendencia, conjugando un enorme maletero de 633 litros, con un habitáculo cómodo y amplio, además de una línea sobria y elegante.
Puede que en España no se vaya a vender demasiado, pero en breve será lanzada al mercado una versión con tracción integral no permanente. Emplea el clásico embrague Haldex de otros modelos del Grupo Volkswagen, que manda fuerza al tren trasero en cuanto se detectan pérdidas de adherencia en el delantero. De esta manera el consumo de combustible no se dispara tanto como con un sistema de tracción total permanente, pero se retienen las ventajas de seguridad de este, al menos en gran parte.
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En el familiar checo se podrá asociar a dos motores de gasolina y un turbodiésel. Son opciones potentes de la gama, los gasolina son el 1.8 TSI turbo de 160 CV y el musculoso 3.6 V6 de 260 CV, un atmosférico ya tragón sin tracción total. En diésel, la opción más interesante para un vehículo así, lo podremos asociar al clásico 2.0 TDI de 170 CV, con el que se consiguen buenas prestaciones y consumos correctos. Su puesta a la venta en el Reino Unido es inminente, pero creo que en España tendremos que esperar algo más.
Skoda Superb Combi, ahora con tracción total
Skoda Superb Combi
Vía: Skoda
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