El smart fortwo cdi sigue teniendo el récord de las menores emisiones de CO2 en un vehículo de combustión interna de producción masiva. Con los 88 g/km que emite la versión 0.8 cdi de 54 CV ya se le empezaban a acercar competidores bastante más grandes, es el caso del Volkswagen Polo Bluemotion o el futuro Seat Ibiza Ecomotive. Daimler no quiere quedarse atrás ni ser superada así que ha aplicado unos cuantos retoques al pequeño urbano para que sólo emita 86 g/km.
El consumo medio permanece inamovible en 3.3 l/100 km de gasóleo, que se consiguen jugando bien con el acelerador, siendo suave en la conducción. La única mejora que ha experimentado – y eso que sigue sin contar con sistema Stop&Start microhíbrido – es una reducción de 7 mm en la altura libre al suelo. El flujo aerodinámico es más limpio y se consigue una homologación algo más favorable en cuanto a emisiones de dióxido de carbono. El smart mantiene el título de rey de las bajas emisiones en vehículos de combustión interna.
El pequeño urbano podría aún mejorar más con sistemas de recuperación de energía o un Stop&Start. Me imagino que Daimler los tendrá preparados y los irá introduciendo en la gama en cuanto los competidores sigan mejorando sus emisiones. La marca germana sigue su imparable evolución en el terreno de la movilidad sostenible, lanzando este mismo año el smart fortwo electric drive, sólo para clientes VIP que lo probarán a fondo durante un tiempo, una experiencia similar a la de BMW con el Mini E.
Vía: Daimler
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