La afición a la Formula 1 no conoce límites. De ello puede dar fe el ciudadano alemán Mike Schutz, por culpa de su hijo Yannik. El nene, con apenas 8 años de edad, es un fanático del heptacampeón del mundo Michael Schumacher. Mientras las pasiones futbolísticas se pueden contentar con camisetas y chándales, los fanáticos del circo del Tío Bernie suelen ser más difíciles de contentar.
Y si la pasión paterno filial acompaña, hasta el padre mas reacio acaba sucumbiendo a los caprichos de su retoño, agarra el taladro y el serrucho y acaba construyéndole una cama elevada con los colores del coche de su piloto favorito. Hace un par de años, el caprichoso de Yannick acabo viendo realizado su sueño de poder dormir en su camita de color rojo Ferrari, hecha con unas cauntas tablas de madera y unos neumaticos de una vieja caravana. Pero ha pasado el tiempo, y ha surgido un gran problema…
Su idolatrado Schumi ha vuelto a las andadas, pero no a lomos del Cavallino Rampante sino a los mandos de los descendientes de las flechas plateadas. Los bólidos de Mercedes no son de color rojo ya que mantienen la tradición de la casa de llevar el color plata. Los felices sueños del niño se han tornado en pesadillas puesto que su coche-cama se ha quedado anticuado y, lo que es peor, estéticamente inadmisible para cualquier aficionado que se precie.
Ante el cariz que estaba tomando el asunto, papá no ha tenido mas remedio que ceder, volver a echar mano de la caja de herramientas y desmontar su obra maestra de bricolaje para darle una nueva mano de pintura, esta vez en tono Silberpfeil metalizado. La “parada en boxes” ha durado tres días, pero el crío ha vuelto a recobrar la sonrisa pues su preciado monoplaza ya cumple la normativa de la temporada 2010.
Disculparemos el desasosiego del pequeño a tenor de su corta edad. Cuando tenga más años y haya seguido unas cuantas temporadas de su deporte favorito, terminara por darse cuenta de su error y de que los esfuerzos de su padre fueron en vano, ya que todos los coches del Gran Circo van pitados del mismo color: el color del dinero.
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En Diariomotor: Un Fórmula 1 hecho de piedra