El presidente de la tercera empresa pública de transportes de Europa y delegado de Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, anunciaba ayer que en los planes de la EMT no entran los vehículos diésel. La Empresa Municipal de Transporte de Madrid se encuentra en estos momentos decidiendo los vehículos que encargarña para los próximos años 2012 y 2013, y en ellos no habrá un sólo diésel. La razón fundamental es el nivel de emisiones de agentes contaminantes de este tipo de combustible.
Madrid es una ciudad muy contaminada, con un parque móvil en el que el diésel domina y donde las calefacciones también lo usan. Las partículas en suspensión y los óxidos de nitrógeno son dañinos para la salud y el propio Calvo lo admite: “lo que se ha conseguido de cara al CO2 es una trampa para poder cumplir con aspectos que afectan a la calidad de vida de las personas”. Ni siquiera se emplearán vehículos diésel-híbridos, condenando al olvido a proyectos como el Castrosua Tempus.
La apuesta va encaminada al gas natural comprimido (CNG) y al gas licuado de petróleo (GLP), además de algún flirteo con la gasolina convencional. De hecho, el 80% de las compras de nuevos autobuses en este año serán de vehículos propulsados por CNG. Es un combustible más limpio incluso que la gasolina y es sencillo adaptar los grandes vehículos de transporte a su uso. El pasado año tan sólo 60 vehículos diésel fueron adquiridos, fundamentalmente articulados, que aún no pueden incorporar dicha tecnología.
En años venideros incluso se prescindirá de los articulados si la empresa no consigue encontrar este tipo de vehículos alimentados con un combustible distinto al gasóleo. Calvo es rotundo y sentencia: “La tercera empresa más importante de transporte público de Europa adopta ya el compromiso de no volver a comprar un vehículo diésel, ni siquiera en su modalidad de híbrido y si los fabricantes no son capaces para determinados modelos de ofrecernos una propulsión distinta a la diesel no compraremos esos vehículos”.
¿Cuál es vuestra opinión? Por mi parte, todo lo que vaya a favor de la salud de las personas es encomiable y debe ser adoptado, teniendo en cuenta las tecnologías actuales. La apuesta por el CNG o el GLP es muy lógica, aunque pueda resultar algo más cara al contribuyente en cuanto a costes corrientes. Y recalco pueda porque el GLP está muy subvencionado, y no se le pueden subir los impuestos hasta 2018.
Vía: EuropaPress
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