Casos similares al que os mostramos a continuación son muy populares en tierras norteamericanas, donde los Monster Trucks son un espectáculo de estadios. Pick-Ups o 4×4 con chasis de otros vehículos todavía más grandes y enormes ruedas hacen las delicias en la América profunda y no tan profunda, en shows donde son capaces de pasar por encima de todo lo imaginable y destrozar cuanto se pone en su camino.
En este caso, y aunque pueda recordar en la lejanía esos casos, lo que se nos presenta aquí es una cosa bien distinta en la superficie pero similar en el fondo. Un Volkswagen Passat Variant de tercera generación, creo que procedente de Estonia o de algún otro país de la Europa más oriental, en el que se ha sustituido casi todo lo imaginable para poder circular por cualquier tipo de superficie. La palabra miedo es totalmente desconocida para el conductor de este Passat 4×4.
Desde luego, si fuera yo el que estuviese a los mandos de este Passat, elevado del suelo a una altura bastante respetable y con una estabilidad bastante precaria a poco que se gire el volante, como mínimo sentiría respeto.
Por lo poco que conozco del invento, del Volkswagen Passat de origen sólo queda la carrocería y su motor, un 1.9 TD. Todo el chasis, exageradamente sobreelevado, parece proceder de un UAZ 469, un antiguo todoterreno ruso bastante rústico pero efectivo en las condiciones más duras, con las imprescindibles mejoras y modificaciones.
No lo vemos volcar en ninguno de estos vídeos, aunque hay veces en las que poco le falta. Y es que las curvas, por despacio que se tomen, no son lo suyo, con un centro de gravedad tan elevado.
Donde más a gusto se siente este Passat tan especial es en nieve, barro o superando difíciles obstáculos. No se puede negar que, después de muchas horas de trabajo para conseguir este peculiar vehículo, al menos su dueño se lo pasa en grande.
Vía: Jalopnik
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