Mercedes-AMG acaba de publicar toda la información oficial sobre su nuevo propulsor de altas prestaciones. Hablamos del esperado reemplazo de los 6.2 V8 atmosféricos que habitaban bajo el capó de los modelos con la coletilla “63 AMG”. El reemplazo es un nuevo 5.5 V8 con doble turboalimentación en paralelo, en términos técnicos un biturbo, con un turbocompresor para cada bancada de cuatro cilindros. AMG lo llama downsizing, pero son sólamente 747 cc menos que los atmosféricos de 6.2 litros.
En cuanto al bloque, partes inferiores y el cárter son de aluminio, mientras que las camisas de los cilindros y otras partes del bloque son de una aleación de acero. No es una revolución tecnológica, pero no hemos terminado. Estrena un sistema de inyección directa controlada electrónicamente y materializada en inyectores piezo-eléctricos de alta presión. El fundamento es el mismo de los turbodiésel common-rail, pero las presiones de inyección alcanzan como mucho 200 bares, mientras que los primeros rondan los 2.000 bares.
El nuevo 5.5 V8 biturbo tiene cuatro válvulas por cilindro y lleva dos árboles de levas en cabeza. El sistema de refrigeración es mediante un eficiente intercooler aire/agua que asegura la refrigeración del aire que entra en las cámaras de combustión. Los dos turbocompresores son de pequeño tamaño para un retardo mínimo (lag) a la hora de comenzar a funcionar y alcanzan una velocidad de giro máxima de 185.000 rpm. A plena carga llegan a meter en el motor nada menos que 1.750 kg de aire en una sola hora.
Soplan a 1.0 bares o 1.3 bares con el kit de potenciación AMG Performance Kit, del que hablaremos más tarde. Llevan válvulas de descarga de nuevo diseño. La relación de compresión es de 10:1. Otra tecnología aplicada en el desarrollo del motor ha sido el alzado variable de válvulas. Una potente bomba mueve por todo el motor el aceite del cárter según las exigencias de potencia, 10.5 litros concretamente, previniendo que esta entre en los turbocompresores y reduciendo por tanto el nivel de emisiones. El motor pesa 204 kg en vacío.
Este propulsor ha estado varios años en desarrollo. Ha acumulado 17.000 horas de pruebas: han comprendido simulaciones en bancos de potencia, arranques en frío, en caliente, pruebas en climas muy cálidos y climas muy fríos, sin olvidarnos de su montaje en una mula de prueba que pasó bastante tiempo rodando a fuego en el Nürburgring Nordschleife. En total, los motores han debido superar 700.000 km de pruebas sin fallos para asegurar una buena fiabilidad en el cliente final. Hablemos ahora de datos puros y duros.
La potencia que desarrolla en su forma estándar es de 544 CV a 5.500 rpm, mientras que el par máximo es de nada menos que 800 Nm entre las 2.000 y las 4.500 rpm. Un par máximo de camión, pero que resulta más impresionante si cabe teniendo en cuenta que a sólo 1.500 rpm ya hay 670 Nm a nuestras órdenes. Para aquellos con más ganas de potencia AMG pondrá a disposición un Power Kit que aumenta la potencia hasta 571 CV y el par máximo a 900 Nm, disponibles entre las 2.500 y las 3.750 rpm.
El primer modelo en el que se estrenará este motor será en el Mercedes S 63 AMG, que por lo que parece retendrá el número 63 en su nombre, aunque lo lógico sería un 55. En la gran berlina va asociado a un sistema Stop&Start que detiene el motor en las retenciones y paradas, permitiendo junto a la inyección directa consumos bastante reducidos para el tamaño de este buque. Mercedes ha confirmado que el consumo medio de su gran berlina con 544 CV será de sólo 10.5 l/100 km.
Es una cifra excepcional teniendo en cuenta que se superan las dos toneladas con comodidad. La cifra de emisiones de CO2 por kilómetro es de 246 g/km, nada baja, pero un 25% inferior al S 63 AMG previo, que superaba con holgura los 300 g/km. La caja de cambios es la conocida M-DCT de siete relaciones y doble embrague, que ya monta el Mercedes SLS AMG o el E 63 AMG con excelentes resultados acompañados de cambios de marcha fulgurantes.
La caja de cambios tienes tres modos de funcionamiento: C (Controlled Efficiency), S (Sport) y M (Manual). No hay mucho que explicar, salvo que en el modo C el coche estará siempre en la marcha más alta posible y activará el sistema Stop&Start junto a una frenada regenerativa. En S la conducción es deportiva y se cambia a altas rpm, además de permitirse kick-downs agresivos, de 7ª a 4ª o incluso de 5ª a 2ª. El modo manual hace uso de las levas tras el volante. ¿Qué hay de las prestaciones?
Pues tenemos para el modelo de 544 CV una aceleración de 0 a 100 km/h de sólo 4.5 segundos, 0.1 segundos mejor que el S 63 AMG previo. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Con el Performance Kit y la potencia subida a 571 CV ya hablamos de un 0 a 100 km/h que se completa en 4.4 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente a unos más permisivos 300 km/h.
Todo parece indicar que el nuevo S 63 AMG será el terror del carril izquierdo de las Autobahn. Como datos finales, cada motor será ensamblado a mano en la factoría de Affalterbach, en el sur de Alemania, y sellado con la firma del operario de turno. Como curiosidad, el show car de este nuevo propulsor tendrá un aspecto muy similar y en claro homenaje al Mercedes 300 SEL 6.8 AMG, una preparación de carreras sobre la veterana berlina que supuso el primer trabajo de AMG junto a Mercedes, el inicio de una larga colaboración.
En 1971 el 300 SEL de 428 CV venció en su categoría en las 24 Horas de Spa-Francorchamps y quedó en segundo puesto a nivel general. Entre sus distintivos, este especial S 63 AMG llevará la misma decoración publicitaria que el 300 SEL de hace 40 años, que se traslada también a un interior equipado con una jaula antivuelco y bacquéts deportivos. La madera juega un papel estético muy importante en el habitáculo, otro claro homenaje retro a un coche de carreras que a pesar de todo era muy lujoso.
En un futuro próximo toda la gama Mercedes AMG comenzará a montar este propulsor, aunque nos queda la duda de qué ocurrirá con las versiones 65 AMG, que hasta ahora montan un enorme 6.0 V12 biturbo con 612 CV y 1.000 Nm de par motor, auténticos camiones deportivos. Por el momento celebramos esta nueva incorporación cortesía de AMG con una extensa galería de imágenes en alta resolución.
“AMG Performance 2015”, el nuevo 5.5 V8 biturbo
Vía: Mercedes
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