Durante los dos últimos días hemos estado analizando el Audi A5 Sportback 2.0 TFSI de 211 CV (parte 1 y parte 2), al que le realizamos una prueba de larga duración. Pero lo más interesante de esta máquina es su comportamiento en carretera, donde tendremos que averiguar si es tan deportivo como el A5 Coupé o si ha renunciado a esto a cambio de un plus de comodidad.
La verdad es que el A5 Sportback se siente… deportivo. O casi. Extrañamente no transmite tanto como un Audi A5 Coupé. Gran parte de la ausencia de deportividad la tiene el motor que suena muy poco. Recuerdo con una sonrisa en la cara el test al Volkswagen Golf GTI en el circuito de Jerez, que montaba este mismo propulsor. Si te soy sincero, el sonido que producen ambos vehículos no tiene nada que ver; probablemente porque el A5 Sportback presenta una configuración más “light” de los escapes y el habitáculo un mayor aislamiento acústico.
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Esto puede ser un inconveniente especialmente frustrante si se busca un vehículo con marcado carácter deportivo que suba el ritmo cardiaco en conducción deportiva; o una ventaja para quien busque comodidad en largos viajes. Por esto, la sensación que me ha transmitido es la de un vehículo orientado más a la comodidad que a la deportividad.
En cualquier caso, no defrauda en conducción deportiva ya que, gracias a la tracción integral quattro, en curva agarra fuertemente y de manera predecible. Hicimos algo más de 300 km en carreteras de montaña y el comportamiento es sobresaliente. En curvas cerradas puedes pasar a velocidades terroríficas con poquísimo balanceo.
Por otra parte, la tracción integral incrementa 150 kg el peso del vehículo, por lo que el comportamiento es menos liviano que la versión “descafeinada” de tracción delantera y 211 CV. Pese a esto, no notarás la diferencia excepto que te pongas a medir tiempos de vuelta rápida en el circuito del Jarama… cosa que por supuesto no harás si algún día te compras este vehículo.
Llevado al límite tiene un comportamiento excesivamente subvirador; y en estos casos, la tracción total mete unos hachazos increíbles pasando de manera brusca la potencia de un eje a otro para evitar el subviraje y el sobreviraje. Por esto, en cuanto a seguridad es excelente; y además, el ESP es de última generación e incluye un bloqueo transversal electrónico, un nuevo sistema con una función semejante a la de un un diferencial de bloqueo mecánico.
El motor, aunque silencioso, es una joya. Lo incorporan muchísimos vehículos del grupo Volkswagen y ha sido elegido en varias ocasiones como el mejor “Motor del Año”, por la excelente combinación entre la inyección directa y el turbocompresor. La pareja que forma el 2.0 TFSI con la caja S-Tronic es una buena mezcla que permite cambiar de marcha en centésimas de segundo, de una forma tan suave que resulta imperceptible para el conductor.
Sin embargo, resulta algo más “torpona” que cuando va ligada a vehículos de tracción delantera, puesto que tiene que lidiar con la tracción integral permanente y eso resta algo de rapidez y destreza. Si eres un enamorado del gasoil prueba un motor TFSI como este; porque es tan callado, suave y potente, que no desearás volver a comprar un motor diesel en la vida, excepto que hagas muchos miles de kilómetros al año.
Circulando por autopista, viajarás de la forma más relajada posible ya que el sonido del propulsor es inaudible. En este sentido, rodando a velocidades reducidas, existen pocas posibilidades de que te quiten los puntos del carné por exceso de velocidad y tendrás que tener cuidado con el sueño. Únicamente se cuelan algunos ruidos sin importancia a través de las ventanillas (que no tienen marco), y una leve vibración del portón trasero al atravesar tramos con el firme en mal estado.
Nuestra unidad incorporaba la suspensión estándar, fabricada íntegramente en aluminio. Como ya hemos indicado, un extra imprescindible es el Audi Drive Select, que permite configurar la suspensión en una posición más confortable, bastante interesante si el firme está en malas condiciones (donde la suspensión estándar puede resultar algo dura); también puede configurarse en modo deportivo si en algún momento se desean unas prestaciones más terroríficas.
Los consumos que hemos medido han estado muy por encima de las cifras oficiales. Concretamente, mientras que los datos oficiales indican un consumo interurbano de 6.3 litros/100km, no hemos conseguido bajarlo de 8.5 litros. En cuanto a la prueba dinámica de conducción deportiva que hicimos en tramos de montaña, la media se dispara a algo más de 20 litros/100km. La auténtica barbaridad, la hemos encontramos circulando por ciudad con tráfico denso, donde obtuvimos una cifra muy similar a la de conducción deportiva.
La dirección asistida Servotronic, que ajusta la asistencia dependiendo de la velocidad, tiene buen tacto y está incluida dentro del equipamiento de serie en las motorizaciones 2.0 TFSI y en los V6. Por otra parte, los frenos con un diámetro de 320 mm, nos han parecido realmente buenos.
El Audi A5 Sportback es una máquina hermosa, bien hecha y versátil; incluso es bastante práctica. Como buen modelo Premium no es barato y los 45.270€ de precio base son teóricos, porque con pocos extras que le pongas, la cifra ronda los 50.000€. A igualdad de motor y equipamiento es algo más de 1.500€ más barato que el A5 Coupé y 4.460€ más caro respecto al A4. La diferencia de precio podría hacerte dudar entre un A4 y un A5 Sportback, ya que es un coche menos “redondo” y con una plaza menos.
A veces la competencia está en casa. El Volkswagen Passat CC es una opción muy interesante a considerar, con tecnología menos avanzada pero que cuesta mucho menos, es igualmente atractivo y tiene unos acabados de elevada calidad. La conclusión es bien sencilla: sólo debes comprar este vehículo si estás totalmente convencido que es el Audi que deseas, si valoras su diseño deportivo por encima del de un A4 o un Passat CC, o si el A6 te parece demasiado burgués. Si lo compras, no debes olvidar solicitar el Audi Drive Select o podrías cambiar rápidamente de opinión.
Especificaciones:
- Motor: 2.0 TFSI gasolina, 4 cilindros en línea, 16 válvulas
- Cilindrada: 1.984 cc
- Caja de cambios: S-Tronic de doble embrague con 7 relaciones
- Potencia: 211 CV entre las 4.300 y las 6.000 rpm
- Par máximo: 350 Nm entre las 1.500 y las 4.200 rpm
- Aceleración (0 a 100 km/h): 6.6 segundos
- Velocidad máxima: 241 km/h
- Peso: 1.615 kg
- Consumos: Urbano: 9.3 l/100 km, Extraurbano: 6.3 l/100 km, Mixto: 7.4 l/100 km
- Emisiones de CO2 según UE: 172 g/km
- Precio (sin extras): desde 45.270 €
Otras motorizaciones
- A5 Sportback 2.0 TFSI, gasolina, 180 CV, tracción delantera, manual (35.220€), automático (39.170€)
- A5 Sportback 2.0 TFSI, gasolina, 211 CV, manual, tracción delantera: 38.980€
- A5 Sportback 3.2 FSI, gasolina, 265 CV, automático, tracción total: 51.910€
- A5 Sportback 2.0 TDI, gasoil, 143 CV, tracción delantera: 37.890€
- A5 Sportback 2.0 TDI, gasoil, 170 CV, tracción delantera (37.820€), tracción quattro (39.920€)
- A5 Sportback 2.7 TDI, gasoil, 190 CV, tracción delantera, manual (40.530€), automático (44.700€)
- A5 Sportback 3.0 TDI, gasoil, 240 CV, tracción quattro, manual (47.480€), automático (49.970€)
- Audi A5 Sportback 2.0 TFSI 211 CV, a prueba (I)
- Audi A5 Sportback 2.0 TFSI 211 CV, a prueba (II)
- Audi S5 Cabrio, a prueba (I)
- Audi S5 Cabrio, a prueba (II)
- Audi S5 Cabrio, a prueba (III)
- Audi TT y Audi A5, toma de contacto en el Audi Driving Experience (I)
- Audi TT y Audi A5, toma de contacto en el Audi Driving Experience (II)
Audi A5 Sportback a prueba
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