Islandia esta llena de contradicciones: de ser una de las zonas más pobres de Europa hace apenas medio siglo, pasó a convertirse en uno de los países con mejor nivel de vida del mundo. Ahora vuelve a estar en una precaria situación económica, haciéndola más accesible para el turismo. Por su latitud geográfica, al borde del Círculo Polar Artico, debería de soportar un clima tremendamente frío, pero su climatología se ve mitigada por la influencia de las aguas cálidas de la Corriente del Golfo.
Tiene agua en abundancia, lo que habría de convertirla en una isla cubierta en su mayor parte de bosque boreal que se suele denominar Taiga, pero lo que encontraremos serán grandes extensiones de Tundra junto a zonas casi desérticas que muestran, sin maquillaje y sin pudor, su enigmática herencia volcánica. Ciertamente presenta un paisaje espectacular y sobrecogedor que aveces nos hará creer que estamos en la Luna, pero en realidad nos encontramos frente a uno de los mayores desastres medioambientales de la historia de Europa.
Islandia sufrió una extensa deforestación desde el momento en que los primeros vikingos se establecieron en el siglo IX. Talar los bosques no hubiera sido un desastre irreparable, pues de haberlos dejado tranquilos se habrían reforestado ellos solitos en unas décadas. Pero los vikingos se dedicaron a la ganadería extensiva, dejando a miles de ovejas pastorear libremente por los prados, impidiendo la natural recuperación de la vegetación.
Al final, y a pesar de la Ley de Montes y Mitigación de la Erosión del Suelo que se aprobó nada menos que en 1907, se habla de que alrededor del 95% de los bosques islandeses se perdieron para siempre y que cerca del 40% del suelo de la isla sufre los efectos de la erosión. Después de esta puesta al día, veamos los espectaculares paisajes que, a pesar de todo, nos puede ofrecer Islandia, la isla del hielo y el fuego.
Para conocerla en este viaje virtual recorreremos en su totalidad la carretera de circunvalación de la isla, denominada como Carretera Nacional 1 y conocida por todos los islandeses con la Hringvegur, la carretera de anillo. Avanza durante 1.339 kilómetros siguiendo en gran medida el perfil de la costa uniendo los principales núcleos de población del pais.
No es una carretera diseñada para grandes densidades de tráfico ya que Islandia apenas cuenta con una población de 300.000 habitantes, la mayoría de ellos radicados en la capital, Reykiavik. De hecho, solo dispone de un carril por sentido en casi todo su trazado, ademas de muchos tramos de grava, sin asfaltar, sobre todo en la parte oriental.
Se comenzó a constuir en los años 40, pero no quedó completamente terminada hasta el año 1974. Cuenta con varios tuneles, en especial el de Hvalfjardurgongin, de 5.7 kilometros de longitud y que, en su punto mas bajo, nos obligará a conducir a nada menos que a 165 metros bajo el nivel del mar para salvar el fiordo de Hvalfjardur.
Partiendo de Reykjavik, podremos elegir entre hacer el viaje en el sentido de las agujas del reloj tomando la Vesturlandsvegur (camino de las tierras del este) en dirección norte, o hacerlo en sentido opuesto por la Sudurlandsvegur (camino de las tierras del sur). Sea cual sea la elección, nos adentraremos en un alucinante mundo de glaciares, cascadas, geysers, fiordos y zonas de incesante actividad volcánica y geológica. No es un viaje al infierno, pero muchos volverán convencidos de haberse adentrado en la mismísima cocina del diablo.
Durante el trayecto podremos contemplar impresionantes cascadas (Selfoss, Godafoss), las faldas del famoso volcán Hekla, el sobrecogedor Vatnajokull (el mayor glaciar de Europa), bañarnos en las calientes aguas de la Laguna Azul (Blue Lagoon) o situarnos en medio del Puente de los Dos Continentes, con un pie apoyado sobre la Plataforma Continental Europea y el otro sobre la Placa Continental Norteamericana.
Vía: visiticeland
Fotos: Panoramio
Crónica de un viaje Madrid-Islandia realizado por dos parejas españolas en 2007 (con videos, fotos y pdfs): pxalex.com
En Diariomotor: Islandia quiere convertirse en el primer país que abandona el petróleo | Arctic Trucks: dueños del hielo y la nieve, la arena y el barro | Tú también puedes llegar al Polo Norte en un Toyota Hilux