Topcar presenta el Stingray, una preparación del Porsche Panamera que con el uso extensivo de fibra de carbono pretende borrar de un plumazo el lujo comedido que luce de serie la berlina de Stuttgart para darle un toque muy deportivo, tanto que probablemente muchos opinarán que se han excedido.
El Porsche Panamera Stingray es capaz de combinar lo mejor y lo peor del tuning ruso en un mismo automóvil. Lo mejor probablemente sea el trabajo aerodinámico que lleva encima para conseguir un coeficiente de 0.24, con un discreto alerón ligero, un difusor trasero y un afilado frontal amén de unas suspensiones rebajadas considerablemente, que harán que se pierda en practicidad para mejorar el dinamismo en pista.
Además de la preparación aerodinámica y estética, la centralita del motor del Porsche Panamera Turbo ha sido mejorada y se ha instalado un nuevo sistema de escape para conseguir 550 CV de potencia efectiva.
Lo peor probablemente llegue con el excesivo uso de fibra de carbono pulida y abrillantada, que no conformes con emplearlo en los apliques del exterior y en la tapa del capó, también han generalizado su uso en el renovado habitáculo y especialmente en el salpicadero, el volante y los paneles de las puertas.
Salvando las distancias y al menos visualmente, me gusta incluso más la imitación de fibra de carbono del salpicadero del Fiat Bravo. Habiendo tenido la oportunidad de subir en el acogedor habitáculo de un Porsche Panamera de serie, con su tapizado de piel color crema, la verdad es que al ver las imágenes del interior de esta preparación solo me dan ganas de llorar.
Como siempre habrá gente con mucho dinero en los bolsillos que estará dispuesta a pagar un dineral (aún no sabemos el precio concreto) por un vehículo que al menos sí que podrá presumir de su exclusividad. Prueba de ello es que su presentación oficial tendrá lugar en el Top Marques de Mónaco, dentro de un mes, un salón del automóvil dedicado especialmente a superdeportivos y vehículos de lo más exclusivos.
Stingray Porsche Panamera
Vía: Top Car
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