Las siglas GTi significan mucho en la historia de Peugeot. Significan deportivos ligeros, con un comportamiento nervioso pero divertido, coches con una relación peso-potencia muy favorable y motores potentes. Hablamos de mitos como el 205 GTi y su 1.9 de 130 CV o el 206 GTi con su 2.0 de 138 CV, y sobretodo el 306 GTi, con un potente 2.0 de nada menos que 170 CV. Los 206 RC estaban incluso por encima en radicalidad, con bacquéts deportivos y un explosivo 2.0 atmosférico con 180 CV de potencia.
El Peugeot 207 tiene una versión GT y otra RC, esta última con 175 CV extraídos de un 1.6 THP turbo. Sin embargo, su mayor peso le hace menos ágil que el 206, además de más aburguesado. Por ello no me parece buena idea que Peugeot quiera lanzar un 308 GTi. Es un coche pesado – la versión 1.6 THP de 150 CV pesa 1.391 kg – y una potencia de 200 CV extraída de una potenciación del motor turbo desarrollado por PSA y BMW no pondría las prestaciones ni siquiera por encima del Peugeot 207 GT.
Quizá le haría falta un motor más potente o una dieta importante, para al menos poder ponerse a un nivel prestacional parecido al del Volkswagen Golf GTI. Lo que sí sabemos es que anticipará rasgos estéticos del lavado de cara del compacto francés, en el que se supone que “cerrará la boca” ligeramente y tomará algún que otro ángulo para parecerse más a las últimas direcciones de diseño de Peugeot. Será presentado en la versión de cinco puertas en el Salón de París, en el mes de octubre de este mismo año.
Vía: autoblog.it
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