Mi compañero Fran os narraba los entresijos del Gran Premio de Australia con todo detalle ayer, pero hoy los focos no están en la pista, sino en las acusaciones vertidas por el jefe de equipo de McLaren, Martin Whitmarsh, sobre el monoplaza de la escudería Red Bull, que parece estar en el límite de la normativa.
Según Whitmarsh la escudería que luce el logo de la famosa bebida energética estaría utilizando sistemas para el control de la altura del monoplaza, que se pensaban prohibidos. Esta temporada, la desaparición de los repostajes en carrera ha hecho crecer los depósitos de combustible y para que los bajos de los monoplazas no toquen el suelo las suspensiones han sido elevadas y la solución que usa Red Bull parece no convencer al mandamás de McLaren.
Gracias a este ingenio los coches que lucen el toro rojo en su carrocería podrían rodar a menor distancia del suelo durante la calificación, situándose en una posición ventajosa ante sus competidores. A pesar de ser los primeros en protestar, McLaren ya ha declarado estar trabajando en un sistema similar para su coche, que introducirían probablemente durante el Gran Premio de China, en caso de que este sea legal.
Con o sin suspensiones ajustables el arranque de temporada que ha presentado Red Bull ha sido agridulce, con Vettel consiguiendo situarse siempre en la pole, pero fallando al intentar defender su posición en carrera. Aunque será cuestión de tiempo y seguramente poco, la llegada de la fiabilidad y los resultados para la escudería que el año pasado estuvo a punto de alzarse con el campeonato.
Vía: 20minutos
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