Allá por el año 1993 ya se vislumbraba en el horizonte que el futuro a corto/medio plazo de los automóviles en Europa iba a ir de la mano de los coches compactos, de esos que tienen un buen equilibrio entre espacio y tamaño. En ese mismo año BMW Technik GmbH estaban trabajando en la propuesta de crear un vehículo compacto contemporáneo, económico, seguro, cómodo y ecológico.
Una ardua tarea que culminó en la presentación del prototipo BMW Z13, también bautizado como Personal Car. Era un utilitario de tres puertas y tres plazas que hacía gala de lo que, por aquel entonces, se consideraba relativamente futurista. El techo panorámico extendido hasta el pilar B llama la atención pero no lo hace menos el pequeño morro del que hacía gala o el hecho de que montara unas llantas de aleación de lo más corriente.
La originalidad del Z13 residía en la disposición de los asientos en el interior: El asiento del conductor estaba situado en el centro de la fila delantera, como en el McLaren F1 pero con mayor separación respecto de los asientos traseros. Desde este centro de control era sencillo controlar los mandos y el piloto tenía fácil salir o entrar al vehículo por las dos puertas.
Dos eran los asientos que existían en las plazas traseras y a ellos se accedía fácilmente debido a que entre el asiento de conductor y los pilares B existía un amplio espacio. El hecho de que fueran solamente dos y no tres plazas tenía su razón de ser: la comodidad y la amplitud de espacio. Las butacas se podían mover longitudinalmente, hasta ocupar gran parte del maletero, e incluso abatir.
La propulsión del BMW Z13 corría a cargo de un pequeño motor gasolina de 82 CV montado en la parte posterior y conseguía marcar unos consumos medios muy bajos, en torno a los 5 o 6 litros/100 km. El bloque estaba optimizado pero gran parte de este bajo consumo, bastante bueno para la época, residía en el bajo peso del conjunto que se conseguía gracias al chasis fabricado en aluminio entre otras cosas. Sólo pesaba 830 kilogramos.
En 1993 un teléfono o un sistema de navegación integrado en el coche era algo relegado a los coches lujosos pero el Z13 los llevaba instalados, anticipando una necesidad posibilidad de comunicación en el vehículo que a día de hoy nos parece ya casi superada. El Z13 aún así estaba centrado en lo que tenía que estar, no llevaba prácticamente nada superfluo, ni luces de otro planeta ni nada por el estilo.
A día de hoy la Serie 1 de BMW ofrece una opción muy buena en el segmento de los compactos y, en un segmento inferior, está prevista la llegada de su utilitario premium. Los tiempos han cambiado pero la idea de coche cómodo, pequeño pero capaz sigue estando intacta.
BMW Z13, el prototipo
Vía: bmwblog | BMW
Fotos: BMW, conceptcarz.com
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