Mercedes Clase E Cabrio por Brabus, de la sobriedad a la deportividad

Seguramente el Mercedes Clase E Cabrio era el último de los Mercedes que le quedaba a Brabus por tocar. Ha llegado a tiempo y desde luego ha llegado muy completito, con más deportividad de la que trae de serie.

Como el resto de los Clase E que toca Brabus intercambia el sistema de escape de serie por otro fabricado en acero inoxidable, compuesto en su terminación por cuatro colas cromadas. Hay varias llantas para elegir entre 17 y 19”, como las de doble aspa que salen en las fotografías, así como un kit aerodinámico compuesto por un nuevo parachoques delantero, con LEDs integradas, y un difusor trasero.

Las mejoras para el chasis se resumen en dos partes: una suspensión coilover ajustable que puede rebajar la altura de la carrocería en 3 cm y una mejora en los frenos, con discos que pueden llegar hasta los 36 cm de diámetro y con pinzas de hasta seis pistones. Para dentro los detalles son mayores: umbrales de puerta metalizados, inserciones de fibra de carbono y un volante especial.

Brabus traslada los extras de potencia tal cual los creó en su preparación de la berlina. El más beneficiado es el E 500 que aumenta la cilindrada y su potencial hasta los 462 CV (frente a los 388 CV originales). También hay subida para el E 250 y E 350 CGI con 230 y 310 CV o para los diésel: con el ECO Power incrementan la potencia de los E 250 CDI y E 350 CDI BlueEFFICIENCY hasta los 232 y 270 CV.

Mercedes Clase E Cabrio por Brabus

Las primeras impresiones que me dió el descapotable fueron de mucha calidad y elegancia. Ahora con el Brabus la sensación sería seguro de más deportividad. ¿El E 63 AMG Cabrio? 525 CV para disfrutar a techo abierto, no suena nada mal.