La última prueba que os ofrecemos en Diariomotor no tiene desperdicio. Hemos “catado” el Audi S5 Cabrio, un animal descapotable de 333 CV que hace las delicias del que lo conduce: gente como… Guti, el jugador del Real Madrid, con quien coincidí en un Burguer de las afueras de la capital cuando paré a cenar justo después de recoger este vehículo. Estaba tomándome mi “mac-menú” cuando vi cómo llegaba un Audi S5 Cabrio, se abría la puerta y aparecía Guti con uno de sus críos que tenía una gran melena rubia igual que la de su padre.
Admiro a los típicos “jugones” como Iniesta, Pires o Guti; no son los que más camisetas venden en sus equipos, ni les nombrarán nunca FIFA World Player… Guti ni siquiera jugará el próximo mundial, es más, los próximos partidos de la Champions los tendrá que ver desde el sofá de su casa; pero es un auténtico mago del balón, que hace fácil lo imposible y que desprende una clase y una elegancia al alcance de muy pocos. Lo mismo ocurre con el Audi S5 Cabrio.
Después de ver a Guti con este coche, pienso que cada automóvil es el reflejo del alma de su propietario. Lo llevo meditando un rato y creo que el S5 Cabrio refleja a la perfección a Guti y viceversa. Es un vehículo que transmite clase, distinción, elegancia, frescura… pero no es un superdeportivo al igual que Guti no es Balón de Oro. Pero obviando esta salvedad, es para quitarse el sombrero y decir “chapó”.
A pocos metros del S5 Cabrio de Guti, había aparcado otro igual de color “rojo brillante”, cuyas llaves estaban en mi bolsillo. El Audi S5 Cabrio es un gran deportivo a la vez que un vehículo elegante. Eso hace que atraiga muchas miradas, hasta el punto que uno de los días, durante los que estuvimos probándolo, me parase una patrulla de la Guardia Civil para verlo y preguntarme algunas curiosidades de tan excéntrico aparato. Obviamente no es un purasangre al estilo del Audi R8 o del Ferrari 458 Italia, pero desprende una frescura que rebosa por los cuatro costados.
Como veremos en la tercera parte de la prueba, su conducción puede ser tan adictiva como la más fuerte de las drogas. Pero no quiero adelantar acontecimientos, así que empezaremos comentando el propulsor que se esconde bajo el capó, que extrañamente no es el mismo que el del S5 Cupé. Y es que, mientras el S5 incorpora un motor V8 FSI de 4.200 cc y 354 CV, esta versión descapotada lleva el nuevo propulsor V6 TFSI de 3 litros y 333 CV.
Este motor de seis cilindros se le implementará al S5 dentro de unos meses en detrimento del V8. Todo apunta a que ofrecerá unas cifras prestacionales similares, o incluso mejores, que las del actual V8 pese a que tenga 21 caballos menos. No obstante, la versión cabrio es algo más lenta debido, no sólo a la diferencia de potencia, sino también a los 245 kg extra que “engorda”. Por eso, si estrictamente nos fijamos en las prestaciones, esta versión pierde la partida ya que tarda 0.5 segundos más (hasta un total de 5.6 segundos) en alcanzar los 100 km/h desde parado.
Otra desventaja del nuevo propulsor de tres litros es el sonido que exhala, que no tiene el gruñir del V8 a bajas revoluciones, ni suena como un 911: suena más bien a un V6 de inyección directa sobrealimentado. En cualquier caso, el sonido del propulsor cuando circules “pasado de vueltas” es una enajenación, por lo que no debe ser un aspecto que te deba preocupar mucho a la hora de decantarte por un modelo u otro. Además, si bien este V6 no suena tan ronco, disfrutarás mucho más de la sensación auditiva que produce por aquello de circular a cielo abierto.
Aparte de esto, todo son ventajas; y si quieres comprar el S5 con el mejor motor, de momento, tendrás que pedir la versión cabrio o el S5 Sportback. Es casi tan rápido en hacer el 0-100 como el coupé y las ventajas son palpables en cuanto a emisiones y consumo, ya que este V6 derrocha casi dos litros y medio menos en ciclo mixto y emite 64 gramos de CO2 por kilómetro menos que el V8. En líneas generales es tan bueno como la versión capotada, aunque sea medio segundo más lento y la cilindrada haya sido sustituida por la sobrealimentación.
Muchos de vosotros estaréis pensando que este vehículo ha perdido todo el atractivo al incorporar este motor 3.0 TFSI que también ofrece el S4. Pero siendo sinceros, aquel propulsor nunca fue una maravilla ya que ofrecía la entrega de caballos de una manera muy progresiva pero más que perezosa. Sin embargo, éste, con dos cilindros menos, entrega la potencia de una manera más contundente y satisfactoria.
La velocidad punta está limitada electrónicamente a 250 km/h. La tracción es obligatoriamente quattro y envía un 60% de la potencia al eje trasero ligada a una caja de cambios DSG denominada “S tronic” con levas diseñadas en aluminio fijadas al volante. Y al igual que vimos en la prueba del Audi A5 Sportback de 211 CV, cuenta con un diferencial central mecánico que envía más fuerza al eje que presente mejor tracción hasta un máximo de un 65% al eje delantero o un 85% al trasero.
Ofrece un par motor de 440 Nm que permanece constante entre las 2.900 y las 5.300 rpm. Lógicamente no es un motor que libere un par grandilocuente pero es muscular, coherente y muy útil, capaz de tirar de forma convincente, incluso en séptima marcha. Mañana continuamos con la segunda parte de la prueba, centrándonos en los detalles exteriores e interiores del S5 Cabrio, no os despistéis…
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