El que dijo “quítame un kilogramo antes de darme un caballo” sabe de lo que hable y tenemos ejemplos para comprobarlo como los Caterham o el famoso Ariel Atom. Rapier Automotive también aporta otro ejemplo a esta idea y lo denomina precisamente Rapier SL-C Superlight Coupé. En realidad tiene varias cosas “súper”: es súper ligero, súper deportivo y súper potente.
Justo al ver por primera vez una fotografía del SL-C algo se iluminó en mi cabeza: me he equivocado y esto es un Saleen S7. Pues no, tienen muchísimos parecidos pero el SL-C no tiene relación alguna con el brutal S7 salvo que comparten una caballería. Como el S7, el SL-C es un biplaza de cabina central con un morro musculoso y una baja trasera hecho exclusivamente para un estado mental al volante: darlo todo en la pista.
La elección mecánica se basa directamente en los motores que existen en los Corvette: 6.2 V8 LS3 de 480 CV, 7.0 V8 LS7 de 505 CV y 6.2 V8 LS9 de 640 CV. Hasta el último de estos “caballos” es trasladado a las dos anchas ruedas traseras a través de un cambio manual de seis marchas. Si hacemos la suma “tracción trasera” más “cambio manual” más “640 CV” nos sale todo un juguetito para descargar adrenalina.
Antes de mencionar las excepcionales prestaciones del SL-C Superlight Coupé hay que irse a su construcción. Está construido prácticamente a mano con materiales muy ligeros: el aluminio, que forma el chasis monocasco, y diversos materiales compuestos que dan vida a la carrocería. El montante total es de 1.100 kilogramos en vacío, menos que prácticamente cualquier compacto que se pueda adquirir actualmente.
Equipando al SL-C Superlight Coupé con el motor más potente, la velocidad punta (conseguida en pruebas o teórica, no lo especifican) se sitúa en los 355 km/h mientras que el 0 a 100 km/h pasa “volando” en 3 segundos escasos. Unos discos de freno de hasta 33 cm de diámetro y unas pinzas de seis pistones se encargan de detener a esta furia con seguridad.
Todo el que quiera (y pueda) hacerse con el SL-C Superlight Coupe puede pedirle a Rapier Automotive una prueba completa en pista para, de paso, hacer breves ajustes. Posteriormente y una vez que se haya uno decidido a gastarse 179.000 dólares en él se puede personalizar de arriba a abajo, desde los colores del exterior a los colores y el diseño del interior.
Rapier SL-C Superlight Coupé
Vía: autoblog.it
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