Se mire por donde se mire este coche es un total exceso. Ya lo es el Mercedes G55 AMG de por sí con sus redondos 500 CV pero a VÄTH no le han parecido lo suficiente y se ha puesto manos a la obra. El resultado es un Clase G “cebreado” de casi 700 CV de potencia, exactamente lo que todo buen usuario de todoterreno necesita.
El propulsor V8 de 507 CV estaba claramente por debajo de sus capacidades, las cuales ha conseguido explotar VÄTH con una serie de mejoras: reprogramación de la centralita, mejora de la admisión y del escape y la instalación de su propio sistema de refrigeración para el motor. Con todo ello la salida del ocho cilindros alcanza los 680 CV y el par máximo conseguido los 840 Nm.
El nuevo velocímetro instalado marca hasta 330 km/h aunque el G55 AMG resultante alcanza “solamente” los 265 km/h, nótense claramente las comillas puestas en “solamente”. A pesar de que tiene de que el V8 tiene que empujar más de dos toneladas y media es prácticamente seguro que para llevarlo hasta los 100 km/h no necesite ni 5 segundos, pues en 5.5 segundos ya lo hace el AMG “convencional”.
El trabajo de VÄTH incluye un nuevo esquema de suspensión / amortiguación que rebaja en 35 mm la altura del chasis y unos sobrecogedores discos de freno de 39 cm de diámetro con los que parar toda la energía cinética que puede llevar este “bicho” a altas velocidades. Al margen de esto el resto de la mecánica permanece como la que lleva el G55 AMG de serie.
Una buena pregunta que hacerle a VÄTH: ¿en qué estaban pensando al diseñar el exterior? El blanco y el negro son dos colores (en realidad sería un color y la falta de color) que combinan estupendamente y ofrecen un aire “clásico” pero es que en las formas del Clase G parece que sobran. Los alemanes se cargan la “estrella” de la parrilla, rebajan la altura de los parachoques y añaden las molduras en negro a los laterales, al capó y al techo.
De todos los detalles exteriores las luces LED y las considerablemente grandes llantas de aleación de 22”, enlazadas con neumáticos Yokohama ADV en medidas 295/32 R22, son los que más llaman la atención. ¿Y qué falta aquí que se suele ver siempre? La fibra de carbono. No la lleva por fuera pero sí por dentro junto a un tapizado de Alcantara para los asientos deportivos y un sistema multimedia.
Puestos a comprar, el más directo sería el Brabus G K8. Es menos potente pero por fuera es mucho más bruto. Es el momento de elegir, ¿blanco cebreado o negro tranque?
Mercedes G55 AMG por VÄTH
Vía: zercustoms
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