Cuando un automóvil se presenta como el cavallino rampante con homologación de calle más rápido de la historia, que ya es mucho decir, toda la expectación que se genere a su alrededor es poca. Pero después de hacerse mucho de rogar, aquí lo tenemos definitivamente, el nuevo Ferrari 599 GTO.
Tan sólo 599 afortunados clientes de Ferrari podrán disfrutar de esta joya única basada en el prototipo 599XX que se presentó hace un año en el Salón de Ginebra. Y como aquel prototipo, el Ferrari 599 GTO dispondrá de todo un despliegue de tecnología para dominar los 670 CV que libera el fantástico motor V12 para los 1.495 kg que pesa en vacío, una bonita relación de 2.23 kg/CV.
El bloque de 12 cilindros en V y 5.999 cc permanece inalterado. El trabajo de los ingenieros de Ferrari ha estado en reducir la fricción interna de los componentes y mejorar el rendimiento con un cigüeñal optimizado y un nuevo escape deportivo para conseguir la mágica cifra de 670 CV a 8.250 rpm y un par máximo de 620 Nm. Con todo y con eso, cumple con la normativa de emisiones Euro5 y los consumos lejos de aumentar, han disminuido ligeramente hasta los 17.5 litros/100 km respecto al Ferrari 599 GTB.
El nuevo Ferrari 599 GTO será capaz de alcanzar una velocidad máxima de 335 km/h, pero precisamente ese no será su aspecto más destacable, sino la capacidad que tendrá para ser extremadamente rápido en todo tipo de trazados. Prueba de ello es que en la pista de Fiorano y con neumáticos de calle consiguió parar el cronómetro en 1 minuto y 24 segundos, un segundo por debajo del mejor tiempo marcado por el Ferrari Enzo.
Tecnología
En definitiva, lejos de ser un vehículo rápido en línea recta, los de Maranello se han centrado en mejorar el aspecto dinámico para asegurarse de que este vehículo sea una de las máquinas más espectaculares que se puedan ver sobre la faz de la Tierra, llevando la conducción hasta el límite con el aprovechamiento de toda la tecnología de que disponían.
Una de las claves será la segunda generación del sistema de suspensiones magnéticas (o magnetorheological) SCM2, que funcionará solidariamente junto al VDC (Vehicle Dynamic Control) y el control de tracción F1-Trac. Gracias a estos sistemas han podido reducir el radio de giro del volante y hacer una dirección mucho más directa manteniendo la estabilidad en todo momento en frenadas intensas en curva y aceleraciones en pleno apoyo.
Aerodinámica y reducción de peso
Uno de los aspectos en los que más se aprecia la influencia que ha tenido la experiencia adquirida en los últimos años en la Fórmula 1 por el equipo Ferrari está en la aerodinámica. A 200 km/h el Ferrari 599 GTO recibe un empuje aerodinámico que hace que se pegue al asfalto con la fuerza equivalente a un lastre de 144 kg.
Todo el coche es una flecha aerodinámica, desde el frontal, los bajos laterales, las entradas de aire del radiador y los bajos carenados. El pequeño splitter del frontal, el difusor trasero o ese sutil alerón, no son casualidad ni tienen una función puramente visual. Estas “insignificantes” piezas son las que marcarán la diferencia en cada curva, la diferencia entre pasar a 140 km/h cruzados o marcar una trazada perfecta a 180 km/h.
Si os fijáis atentamente, tras esas preciosas llantas en forma de flor de 20” se puede apreciar una media luna perforada que oculta medio disco de freno y que probablemente os recuerde a los singulares tapacubos de la Fórmula 1. Se trata de un sistema que tiene como objetivo mejorar el flujo de aire fresco hacia el sistema de frenos y que el desalojo del aire viciado (tras pasar por los frenos) hacia el exterior de las ruedas se haga lo más cerca posible de la carrocería para evitar el mínimo influjo en el resto de la aerodinámica del vehículo.
¿Rebuscado? No. Tecnología puntera salida de la Fórmula 1 puesta al servicio del conductor en un coche de calle. Con esto se ganan décimas, pero no es más que lo que buscarán cualquiera de los 599 orgullosos poseedores de un Ferrari 599 GTO. No se puede pedir más.
Otra clave importante está en la reducción de peso. Se ha extendido el uso de materiales compuestos, fibra de carbono, y se ha reducido el grosor de algunas capas de aluminio y cristal de la carrocería. Ahí donde lo veis pesa tan solo 1.495 kg en vacío (y sin líquidos), aproximadamente lo mismo que pesaba en prototipo Ferrari 599XX con líquidos incluidos. Por lo tanto, una buena cifra…
La frenada
El Ferrari 599 GTO estará dotado con unos frenos cerámicos Brembo de última generación, extremadamente ligeros y consistentes en situaciones de conducción extrema. Éstos han sido producidos de la experiencia lograda en el prototipo 599XX. Con ellos será capaz de frenar de 100 km/h a 0 en 32.5 metros.
En cualquier caso esta máquina estará preparada para ofrecer todas las satisfacciones posibles a su conductor y contará con un sistema ABS que podrá ser calibrado para que los pilotos más experimentados puedan “jugar” a bajar décimas en pista reduciendo la intrusión del sistema antibloqueo de frenos.
Del habitáculo qué decir, más vale una imagen que mil palabras. Fibra, fibra y más fibra de carbono. Todos los selectores giratorios, incluso los del sistema de climatización, son tan deportivos que no desentonarían ni en un Fórmula 1. De hecho es muy probable que con el manettino bajo la mano derecha y el indicador de cambio de marcha en la parte superior del volante haya momentos en los que nos creamos Fernando Alonso.
Realmente es una lástima que sólo se vayan a construir 599 unidades, ya que será bastante difícil que nos crucemos con alguna. Pero por suerte y dado su espíritu deportivo esperemos que éstas no estén recluidas en garajes de ensueño o museos privados y se dejen ver a menudo por circuitos y eventos del cavallino rampante.
Ferrari 599 GTO
Vía: Ferrari
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