Mientras Toyota sigue inmersa en el terremoto provocado por sus díscolos frenos y aceleradores, un tsunami de dimensiones similares parece estar a punto de ponerse en marcha en los Estados Unidos. Las autoridades de tráfico están investigando a fondo una serie de quejas sobre problemas de corrosión en los frenos de algunos modelos con tracción total de General Motors.
Al menos 110 conductores presentaron quejas alertando sobre la disminución de la potencia de frenado de sus coches por culpa de la corrosión. En 37 casos, el problema pudo ser verificado en el taller, problema que pudo ser la causa de tres accidentes. Si se produce la consiguiente campaña de revisión estaremos hablando de cifras similares a las que afectan al fabricante japonés.
Se habla de que alrededor de 6.2 millones de vehículos estarían afectados. Automóviles de las marcas GMC y Chevrolet fabricados desde 1999 hasta 2003, entre los que se encuentran los modelos Silverado, Sierra, Suburban, Tahoe y Yukon. Ante la magnitud del problema, General Motors se ha mostrado dispuesta a cooperar.
Con este asunto, a GM le crecen los enanos. Actualmente, el fabricante se encuentra inmerso en otra campaña de revisión que afecta a 1.3 millones de vehículos de las marcas Chevrolet y Pontiac, aquejados de un problema que afecta al sistema de dirección asistida.
Via: ams
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