Los tiempos corren, la gasolina se encarece, los superdeportivos parece que todavía siguen dentro de la “guerra de potencia” y la imaginación de muchos intenta predecir o anticipar qué será de los grandes corredores del asfalto en el futuro. La idea más sencilla se repite una y otra vez: tendrán mucha potencia y contaminarán muy poco porque se propulsarán mediante electricidad.
Así exactamente lo ha pintado Andrei Avarvarii, un estudiante de la “Scuola Politecnica di Design” de Milán, al crear el Lamborghini Minotauro Concept. ¿Tiene algo que ver con el mítico monstruo, el hombre con cabeza de toro? Absolutamente nada pero se nota que mantiene varios genes que han compartido los últimos Lamborghini con nombre de un famoso toro. Eso se ve a primera vista, lo que no se ve es la tecnología que va por debajo.
La “esencia” de este toro se encuentra en cuatro motores eléctricos que van situados individualmente en cada una de las cuatro ruedas. La tracción es, lógicamente, a las cuatro ruedas pero, a diferencia de otros muchos casos, la potencia y la fuerza total se reparte de una forma proporcional y fija: 150 CV y 600 Nm a las ruedas frontales, 350 CV y 1400 Nm a las ruedas traseras. Es decir, el 30 % al eje delantero y el 70 % al eje trasero. Total, 500 CV y 2000 Nm.
Un doble capacitador o un KERS se encargaría de tirar mientras que un motor eléctrico apoyado en un pack de baterías Cerio Li-Tec serviría para empujar. Hasta aquí son características y números bastante interesantes, más incluso si contamos que el V12 de los actuales Lamborghini ofrece más potencia pero no un par tan elevado ni tan “instantáneo”.
A día de hoy, por los datos que conocemos de otras pruebas con motores eléctricos y baterías, podríamos pensar lo de siempre: las baterías aportan mucho peso. Lo mejor de todo es que estas baterías se encuentran divididas en dos grupos y posicionadas inmediatamente por delante de cada eje, ayudando así a una buena relación de peso entre los ejes. La ausencia de un gran motor de gasolina tiene más ventajas todavía: el espacio para el interior.
El habitáculo del Minotauro Concept tiene tres asientos situados en posición 2+1. La butaca trasera queda a poca distancia de la primera fila y se sitúa justamente en el centro. Para acceder a esa plaza el diseñador ha pensado en hacer proporcionalmente más grande la puerta del acompañante. Volviendo al exterior mide, 4.6 metros de longitud (como un Murciélago) y hace gala de unos poderosos huecos de refrigeración. Pero, ¿para qué estos huecos?
Su creador confirma lo que se supone, son rejillas para mantener “frescas” las baterías y evitar mejor el sobrecalentamiento. Pero además tienen otra función extra, la de canalizar el sonido que producen los motores eléctricos hacia el exterior como lo hace un subwoofer. Dudo que ese sonido vaya a ser tan agradable como el del doce cilindros pero será mejor que el silencio.
El Minotauro hasta traería un sistema de monitorización para realizar carreras en pista. Usaría GPS y una memoria para guardar los datos del “coche fantasma”, bien para que el piloto compitiera consigo mismo o contra otras personas a través de una comunidad online. Una “virtual” idea muy interesante pero que de momento es inabordable, como el resto del coche.
Ahora bien, tanto el futuro de Lamborghini como el de Ferrari o Porsche podría acabar por ese camino. ¿Quién se imaginaba hace unos años que Ferrari nos enseñaría un 599 híbrido o que Porsche nos enseñaría hasta tres híbridos en Ginebra?
Nota 1: Andrei Avarvarii no tiene relación directa con Lamborghini.
Nota 2: por la primera fotografía diríase que a Andrei le va mucho el “gustillo” deportivo italiano.
Lamborghini Minotauro Concept
Vía: carscoop
Fotografías: Andrei Avarvarii
En Diariomotor: