Hace un tiempo el magazine Consumer Report, una publicación muy influyente dirigida al público norteamericano, realizó una prueba al Lexus GX 460 como tantas otras que realizan a infinidad de vehículos. Tras esta prueba Consumer Report publicó un artículo en el que recomendaba muy seriamente no adquirir este vehículo.
La revista advirtió en las pruebas que el todoterreno corría serio peligro de volcar tras un giro repentino a una cierta velocidad, dado que el control de estabilidad electrónico del Lexus no era capaz de mantener el vehículo en línea cuando tenía que actuar a una velocidad de unos 90 km/h. Para corregir la situación era necesario realizar un giro brusco en el que se aumentaba notablemente el riesgo de vuelco.
Según la revista ese peligro que notificaron durante los tests se traduciría en la vida real en un serio riesgo de vuelco que podría producir a los ocupantes lesiones graves o la muerte. Esta contundentente afirmación de Consumer Report llegaba al público cuando el GX 460 llevaba en el mercado estadounidense tres meses y ya se habían vendido cerca de 5.000 unidades.
Aquí hay dos puntos muy importantes a valorar, la actuación de Toyota/Lexus y el impacto en la “tocada” imagen del gigante japonés. Nada más conocer el estudio Lexus se ha puesto en marcha para intentar corregir este gravísimo problema del GX 460 y para ello se propusieron repetir las pruebas realizadas por Consumer Reports con los mismos parámetros para tratar de identificar el problema lo antes posible.
Mientras tanto, Toyota suspendió temporalmente la venta de este modelo e instó a los concesionarios a retenerlas mientras no se alcanza una solución. Según la propia Consumer Reports el problema puede estar localizado en la programación del software que utiliza el programa de estabilidad y esperan que Toyota desarrolle rápidamente un software actualizado que resuelva el problema.
¿Y que pasa con los GX 460 que ya tienen dueño? La NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) ha recomendado que los que tengan un
GX 460 lo conduzcan con suma precaución, que no alcancen una velocidad excesiva y sobre todo que eviten los giros bruscos en la medida de lo posible. Más que unas recomendaciones son cosas de sentido común.
Es preocupante que un problema así se detecte después de que el coche haya llegado al mercado, y más cuando hablamos de un problema relacionado con el control de estabilidad. Aún así la actuación de Toyota ha sido la correcta dentro de las circunstancias: paralizar la venta y ponerse manos a la obra para encontrar una solución. Eso suponiendo que Toyota no conocía de antemano este problema porque de ser así las cosas se pondrían muy feas para ellos.
Sea como fuere a Toyota le queda mucho camino para enmendar todos estos agujeros en la buena imagen que había mostrado hasta ahora y que comenzaron con el famoso pedalgate.
(*) Actualización 15-04-2010: Lexus España ha publicado una nota de prensa en la que nos confirma que el problema del control de estabilidad sólo afecta al GX 460 que se vende en Estados Unidos, Oriente Medio, Rusia y Oceanía y por tanto no afecta a ninguno de los modelos que Lexus comercializa en España.
(*) Actualización 10/5/2010: según leemos en motorpasión Consumer Reports ya ha dado el visto bueno a la fallida estabilidad del GX 640 después de que Toyota se pusiera manos a la obra rápidamente para subsanar el problema. Las ventas del GX 640 se han reanudado.
Vía: terramotor
Más información: consumer reports
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