Nuestra unidad de pruebas ha sido un Mazda CX-7 2.2 CRTD con acabado Luxury (36.450€), en cuanto a confort y seguridad viene equipado con prácticamente todos aquellos extras que podamos esperar de un automóvil de este precio y nivel. Por debajo también tenemos el acabado Active (30.800€), el más sencillo, y el Active+ (33.450€) que de serie ya es muy completo.
Resulta de lo más cómodo llegar a tu coche y abrir la puerta sin necesidad de sacarte las llaves del bolsillo, gracias al sistema de acceso sin llave (Luxury). A diferencia de otros vehículos que emplean este sistema, el arranque no es por botón, sino mediante un interruptor giratorio que hace las veces de llave en el eje de la dirección, en la misma posición en la que habitualmente se sitúa el contacto.
Durante nuestra prueba tuvimos ocasión de probar (involuntariamente) el testigo de presión de neumáticos (Active+). Uno de los neumáticos de nuestro vehículo de prueba perdió algo de presión, suponemos que por un pinchazo, en cualquier caso no llego a perder tanta presión como para tener que hacer uso de la rueda de repuesto de “galleta”. El testigo del ordenador de a bordo nos advirtió de la situación, aunque no indica en cual de los cuatro neumáticos se ha producido la incidencia.
La cámara trasera de aparcamiento (Active+) es muy útil para evitar rozar el parachoques trasero con algún pivote o con el coche que tenemos detrás, pero su ayuda en las maniobras no será del todo completa al no cubrir bien las esquinas laterales. En mi opinión es uno de esos extras por los que no merece la pena pagar más, pero que siempre viene bien si está incluido de serie en un paquete de equipamiento, como es el caso.
Uno de los extras que más seguridad aporta a la conducción es el asistente de cambio de carril RVM (Luxury), que incorpora un pequeño indicador luminoso sobre la superficie de los espejos retrovisores exteriores para avisarnos de que un vehículo se acerca por los carriles adyacentes y advertirnos de que no debemos adelantar.
Si además de acercarse un vehículo por ese carril activamos el intermitente, escucharemos una advertencia sonora. Es especialmente útil para cubrir el “ángulo muerto” que en mayor o menor medida tienen todos los retrovisores. No entiendo como este sencillo extra no se ha generalizado ya en la mayoría de vehículos generalistas, no es demasiado caro ni difícil de implementar y la cantidad de situaciones peligrosas (y accidentes) que puede evitar es inmensa.
Los climatizadores bizona nunca me parecieron un extra demasiado útil (aunque lo de bizona suene muy bien), pero me sorprendió no encontrarme con uno el Mazda CX-7. El techo solar (750€) es opcional y únicamente configurable con el paquete Luxury, además como ya critique también en el Subaru Outback, es demasiado pequeño.
Rivales del Mazda CX-7
Como ya decíamos en la primer parte de la prueba, el Mazda CX-7 es un todocamino de tamaño medio tirando a grande que pretendería situarse un escalón por encima de algunos todocaminos generalistas de tamaño medio. En cualquier caso la diferencia de espacio y volumen de carga con éstos (frente a los 455 litros del Mazda CX-7) es muy pequeña, o en algunos casos es casi inexistente, como el Ford Kuga (410 litros), el Renault Koleos (452 litros) o el Citroën C-Crosser (441 litros).
La diferencia de precio entre estos todocaminos y un Mazda CX-7 2.2 CRTD Active (30.800€) se justifica con sensación de calidad que transmiten los acabados y en general todo el habitáculo del Mazda. Además, éste es ligeramente más potente que algunos de sus rivales generalistas, el Ford Kuga Titanium 2.0 TDCi 163 CV 4×4 (28.056€) el Renault Koleos Privilege 2.0 dCi 173 CV (29.300€) y Citroën C-Crosser 2.2 HDi Exclusive 160 CV (31.818€).
Por la calidad percibida en el Mazda CX-7 tampoco sería descabellado compararlo con un Audi Q5 2.0 TDI 143 CV (39.000€). En este caso el Mazda ganaría por un precio más competitivo (36.450€) con acabado Luxury un equipamiento más completo, aunque perdería frente al alemán en cuanto al espacio de carga (530 litros) y otros aspectos más subjetivos como la sensación de calidad de los materiales.
Datos técnicos del Mazda CX-7 2.2 CRTD
Dimensiones y peso
- Longitud / Anchura / Altura (mm): 4700 / 1870 / 1645
- Distancia entre ejes (mm): 2750
- Peso en orden de marcha: 1800 kg
- Peso máximo remolcable: 2000 kg
- Volumen de carga maletero: 455 litros
Mecánica
- 2.2 CRTD 4 cilindros en línea DOHC
- Inyección directa common-rail a alta presión
- Potencia: 173 CV a 3500 rpm
- Depósito de combustible: 69 litros
- Transmisión: tracción total con reparto activo de par Mazda
- Cambio manual de 6 velocidades
Prestaciones
- Velocidad máxima: 200 km/h
- Aceleración 0-100 km/h: 11.3 segundos
Consumos y emisiones
- Extraurbano: 6.6 litros/100 km
- Urbano: 9.1 litros/100 km
- Combinado: 7.5 litros/100 km
- Emisiones de CO2: 199 g/km
- Nivel de emisiones: EURO V
Mazda CX-7 2.2 CRTD
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