Periódicamente, y para que no nos olvidemos de ello, Renault nos recuerda que el proceso de “electrificación” de su flota va por buen camino. Sólo han pasado unos meses desde que abordasen Frankfurt con hasta cuatro prototipos eléctricos y ya tenemos resultados en forma de vehículos de producción que tendrán el honor de convertirse en la primera generación de eléctricos de fabricación masiva.
Con dos enfoques diferentes pero con un objetivo común se presentan el Renault Fluence Z.E., una berlina familiar que pretende introducir los eléctricos a nivel doméstico, en los hogares, y por otro lado tenemos el Renault Kangoo Z.E., el pequeño vehículo comercial que se incorporará en flotas industriales y de transportes urbanos. Muy probablemente éste último sea el más importante, al menos por volumen de ventas.
Lo mejor de todo es que Renault no “va de farol”, en 2011 pretenden iniciar la comercialización masiva de sus vehículos eléctricos y para ello ya están negociando acuerdos con proveedores de energía eléctrica, todo tipo de empresas privadas y estados, como el propio Gobierno español que ya se ha comprometido a invertir más de 590 millones de euros para ofrecer entre otras cosas subvenciones que cubrirían hasta 6000€ del coste total del vehículo.
Más allá del Fluence Z.E. y el Kangoo Z.E., no nos olvidemos de que Renault ya se ha comprometido a fabricar sendos vehículos basados en el Zoe Z.E. Concept (un pequeño utilitario) en la factoría de Flins, cerca de París, y el urbano basado en el Twizy Z.E. Concept que será fabricado en la factoría de Valladolid.
Renault Fluence Z.E.
El Renault Fluence Z.E. abandona toda la parafernalia futurista del prototipo para mantener la sencillez del propio Renault Fluence y combinarla con los detalles azulados del emblema de Renault, las esferas de los faros y los grupos ópticos traseros, algo que nos recordará permanentemente que estamos ante todo un vehículo eléctrico.
Las defensas han sido mejoradas para optimizar el coeficiente aerodinámico, al igual que las llantas. Con ese objetivo la parrilla frontal tiene ahora menos entradas de aire, suponemos que la necesidad de refrigeración del propulsor eléctrico también es menor, y ahora luce una curiosa sonrisa por debajo del capó.
La necesidad de alojar las baterías hacen que el espacio de carga quede reducido a 300 litros, lo cual tampoco está tan mal, son apenas 230 litros menos que el Renault Fluence convencional por los beneficios de disfrutar de un eléctrico. Definitivamente diremos adiós a la tapa del depósito de combustible en la aleta trasera para dar paso a una tapa similar en el frontal dentro de la cual tendremos un enchufe con un cable para conectar las baterías a la toma de corriente.
El motor eléctrico desarrolla una potencia máxima equivalente a unos 95 CV a 11.000 rpm, mientras que el par máximo será de 226 Nm. La autonomía se ha cifrado en 160 km (según ciclo combinado) y la velocidad punta está autolimitada a 135 km/h.
Renault Kangoo Z.E.
Por su parte el Renault Kangoo Express Z.E. se convertirá en la solución idónea para pequeños trayectos urbanos reduciendo el coste en euros por kilómetro al máximo sin comprometer el espacio de carga, ya que pese al volumen extra de las baterías dispondrá de entre 3000 y 3500 litros y un peso máximo de hasta 650 kg.
La mecánica es similar a la del Renault Fluence Z.E., aunque en este caso el motor se ha limitado hasta el equivalente (en un motor de combustión) a 60 CV de potencia, logrando una eficiencia energética del 90%. La velocidad punta autolimitada se sitúa en 130 km/h y también dispondrá de una autonomía de 160 km con una carga completa de las baterías.
Renault Fluence Z.E. y Kangoo Z.E.
Vía: Renault
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