Cuando la industria automovilística se puso a investigar en serio (por fin) acerca de los coches de hidrógeno, algunos agoreros se echaron las manos a la cabeza aduciendo que estos coches eran algo así como una especie de Hindenburg en miniatura que al más mínimo accidente provocaría una explosión devastadora que acabaría con cualquier forma de vida en varios kilómetros a la redonda.
Con 120 Chevrolet Equinox Fuel Cell rodando por las carreteras de Estados Unidos dentro del Proyecto Driveway, los ingenieros de GM eran conscientes de que tarde o temprano, se producirían accidentes. Sin embargo, lejos de la visión apocalíptica que esgrimían los detractores de los coches de hidrógeno, los accidentes producidos han venido a demostrar que los Fuel Cell cars no tienen nada que ver con los espectáculos pirotécnicos a los que nos tienen acostumbrados los guionistas de cine a la hora de rodar escenas con coches de gasolina, persecuciones, choques inverosímiles y explosiones dignas de una bomba atómica.
De momento, los Chevy Equinox Fuel Cell se han visto inmersos en un total de cinco acidentes de mayor o menor gravedad. El último, hace un par de semanas con el resultado que se puede ver en las fotos. Tal y como explica el portavoz de GM, Alan Adler, “ el coche circulaba a baja velocidad en una vía transitada cuando fue alcanzado por un pick-up full size haciendo que, a su vez, golpeara a otro pick-up de gran tamaño que se encontraba delante”.
El Chevrolet sufrió daños de cierta consideración, tal y como se puede observar en las imágenes, hasta el punto de que fue declarado siniestro total. No hubo heridos y, como era de esperar, tampoco hubo ninguna fuga de hidrógeno ni, mucho menos, una gran deflagración digna de una peli de James Bond. Los sistemas de seguridad funcionaron correctamente.
El estudio de General Motors está demostrando, en la vida real, lo que ya dejaban claro las pruebas de choque llevadas a cabo por los fabricantes: que los coches de hidrógeno son tan seguros, en caso de accidente, como lo puedan ser los vehículos con motor de combustión interna. Incluso en algunos casos lo son incluso más, ya que en caso de fuga de combustible, el hidrógeno tiende a disiparse en la atmósfera, mientras que los combustibles líquidos se acumulan sobre el pavimento alimentando un posible incendio.
En un futuro no muy lejano, los guionistas de cine tendrán que buscar nuevas ideas para aumentar la espectacularidad de las escenas de accidentes de coche en las que se vean implicados vehículos de hidrógeno. Cualquier espectador medianamente informado se dará cuenta de que las explosiones estarán tan preparadas como lo están ahora.
Vía: hydrogencarsnow | blog.cars.com
En Diariomotor: Nociones de seguridad sobre el hidrógeno | Hidrógeno vs. Gasolina: fuga de combustible con incendio | Coches eléctricos o de hidrógeno: el debate continúa