Ya lo decía Jean Todt hace unos meses: o los equipos toman cartas en el asunto y llegan a un consenso para reducir las emisiones de gases contaminantes, o la FIA establecerá de forma unilateral una normativa que las limite. Para solucionarlo parece que definitivamente el “downsizing” llegará a la Fórmula 1 y lo hará bajo el acuerdo de todas las escuderías implicadas.
De hecho según El Mundo Deportivo las escuderías ya habrían llegado a un principio de acuerdo para que entre 2013 y 2018 se trabaje con motores de inyección directa cuatro cilindros, doblemente turboalimentados y de tan sólo 1.500 cc. Pero ante todo no temamos, la reducción de cilindrada no conllevará una reducción de prestaciones de hecho hay quien asegura que éstos tendrán una potencia similar y no sólo eso un mayor empuje en bajas debido al turbo.
Otro de los temas que se estaría negociando es la reintroducción del KERS, aunque con menos limitaciones, para hacer que de nuevo sea “rentable” para los equipos. Según éstos, la decisión acertada sería aprovechar el diseño desde cero de los nuevos motores para adaptar un sistema de recuperación de energía similar al KERS.
En definitiva ya sabéis que la tecnología de un motor de competición y los materiales que se emplean en su fabricación, poco o nada tiene que ver con la utilizada en los vehículos de calle. Pero me imagino que la decisión de limitar la cilindrada a 1.500 cc y a un mundano cuatro cilindros habrá despertado opiniones diversas entre las diferentes escuderías, aunque viendo la amenaza de la FIA parece más bien que en este caso es mejor llegar a un mal acuerdo que un buen juicio.
¿Qué pensáis al respecto? ¿Se están cargando los principios de la tecnología puntera de la Fórmula 1, o precisamente apelando a esos principios la tecnología puntera se pondrá ahora al servicio de la eficiencia y la sostenibilidad?
Vía: Worldcarfans | El Mundo Deportivo
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