Supongamos que tenemos un presupuesto de unos 200.000 € para comprar un deportivo biplaza, de altas prestaciones y exclusivo. Hasta ahora sólo se nos vendrían a la cabeza dos marcas italianas y una inglesa, pero desde hace pocas semanas hay un modelo alemán que conquistará a los clientes indecisos, el Mercedes SLS AMG. Por lo pronto, en Alemania ya se ha vendido la producción prevista para éste año.
Hace unos días me enteré que tenían expuesta una unidad en un concesionario de mi ciudad. Ya lo había contemplado desde fuera y desde dentro en el pasado Salón de Frankfurt pero no todos los días tengo la oportunidad de admirar un coche de éste potencial así que no dudé en acercarme a verlo.
El lugar de referencia era el concesionario Comercial Mercedes-Benz en Sevilla. Nada más entrar, lo primero que me fijo es en el alargado morro que le caracteriza y la calandra que le da ese aspecto agresivo al frontal. La estampa es impactante comparado con el elegante Clase E Coupé que está aparcado junto a él.
Ya sabemos que su diseño general pretende ser la versión moderna del alas de gaviota aunque sinceramente, no puede igualar el encanto del original. Las branquias de refrigeración del motor, el pequeño alerón retráctil trasero y las enormes llantas no son nada nuevo, aunque en conjunto le sientan bien. Son el toque deportivo en un coche que a pesar de todo desprende elegancia. Esa mezcla que hace a algunos coches aptos tanto para dar vueltas en un circuito como para acudir a una reunión de trabajo.
Ésta vez no pude sentarme en el interior y podría decir que me alegro. Me alegro porque en ese caso sólo me hubiera faltado la llave para arrancarlo y eso es quedarse demasiado cerca del objetivo. También me alegro porque en Frankfurt casi me disloco el hombro al intentar cerrar la puerta estando ya sentado. Y es que las puertas no tienen automatismos para cerrarse por aquello de ahorrar peso pero al menos lo podrían haber solucionado con una simple correa de cuero que saliera del interior de la puerta.
Eso sí, con las alas abiertas se pueden apreciar el volante y los asientos deportivos, el salpicadero forrado en cuero, las originales salidas de aire que están rematadas en aluminio al igual que la consola central y la palanca de cambio de diseño aeronáutico. Entre todo ello, desentonan algunos mandos idénticos a los de hermanos de gama de precio diez veces inferior, algo que al menos yo tendría en cuenta si me pudiera gastar ese dineral.
Quizás me lo habréis notado, el Mercedes SLS AMG no sería mi elección inicial si tuviera el presupuesto que comentaba al principio. No es que no me asombren 571 CV, 3.8 segundos para llegar a los 100 km/h y 317 km/h de velocidad máxima, simplemente no me entusiasma y en un coche de éstas características eso es imprescindible.
Ahora bien, he dicho que no sería mi elección inicial pero sería muy injusto por mi parte juzgar a éste coche sin conducirlo. Y es que cuando giramos la llave de un coche como éste, nos olvidamos del diseño y de todo lo demás, sólo quedan las sensaciones. Estoy seguro de que ahí es dónde se acabarían mis dudas sobre qué máquina elegir, pero no tengo que tomar ahora esa decisión, no tengo 200.000€. Si tuviérais esa cantidad de dinero ¿qué coche eligiríais?.
Mercedes SLS AMG, ya en los concesionarios
Fotografías: Juan Manuel Nuevo
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