Era de esperar, y por eso no ha de extrañarnos demasiado. Si descontamos el Porsche Cayenne y alguno de sus motores, los lazos en común con Volkswagen entre los modelos actuales de Porsche eran prácticamente inexistentes, pero lo más probable es que esta política vaya a cambiar a corto y medio plazo: Porsche y Volkswagen compartirán más tecnología, motores, elementos diversos y plataformas comunes en el futuro.
Una política de sinergias internas que se traducirán en un importante ahorro de costes y una ampliación de su gama. Algo muy lógico tras el culebrón Porsche-VW, que tras dar varios tumbos finalizó con la fusión de Volkswagen y Porsche, y también si analizamos la historia de ambas marcas, íntimamente ligadas desde su nacimiento: no se podría comprender el pasado de la una sin la otra. El Porsche 356 original era al fin y al cabo un Escarabajo bastante modificado, y posteriormente llegaron modelos como los Porsche 914 o 924.
Porsche se marca un objetivo bastante ambicioso: alcanzar las 150.000 unidades vendidas en 2015, lo cual significa duplicar sus números actuales. Para ello necesitan nuevos modelos, de ahí que la cooperación con Volkswagen será mucho más estrecha de lo que era hasta ahora. Esto no significa que la marca de Stuttgart vaya a renunciar a sus esencias, ni que vayamos a ver un futuro 911 by Volkswagen, ni mucho menos; simplemente, sin tener que hacer excesivas renuncias en cuanto a calidad o exclusividad, sus miras y objetivos se ampliarán con nuevos modelos.
En palabras de Detlev von Platen, responsable de Porsche North America, “tiene sentido pensar en algunas sinergias en términos de investigación y desarrollo, y este debate está teniendo lugar en estos momentos con VW”. O lo que es lo mismo: en los próximos meses se anunciarán los planes de la marca al respecto, que podrían incluir el compartir alguna que otra plataforma, motores y tecnología con VW.
Para ampliar las miras de potenciales clientes porschistas, será necesario un nuevo modelo de acceso por debajo del Boxster, que podría estar basado en el roadster con motor central VW BlueSport Concept. Además, los requerimientos medioambientales en cuanto a consumos y emisiones cada vez más restrictivos hacen que nuevos modelos de más bajo consumo, con el downsizing muy presente, sean casi imprescindibles, y ahí es donde entrará la colaboración con Volkswagen.
Recordemos que actualmente ya comparten proyecto dentro de los grandes SUV, con el VW Touareg y el Porsche Cayenne, además de algún que otro motor en este último. ¿Una traición para una marca exclusiva? No lo creo, siempre y cuando el resultado esté a la altura de lo que uno espera de una marca como Porsche, puesto que no son los primeros ni serán los últimos: más bien estamos ante una sabia jugada empresarial.
Vía: Automotive News
Imagen de portada: De-okin (Wikimedia Commons)
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