En los últimos años la popularización de los teléfonos móviles ha ido desplazando cada vez más a las cabinas telefónicas, tanto que Telefónica ha tenido un interesante dilema preguntándose si debía seguir manteniéndolas (y por lo tanto asumir su coste de mantenimiento) o retirar algunas y mantener otras. La solución ha llegado gracias a los eléctricos y también a la necesidad de instalar puntos de recarga públicos en nuestras ciudades.
Telefónica se ha aliado con Endesa para poner en marcha en Madrid un proyecto piloto que de funcionar se irá extendiendo en breve al resto de ciudades españolas y por el cual las cabinas de teléfono se adaptarán para convertirse en las “gasolineras del futuro”, en las cuales cualquiera pueda recargar su vehículo eléctrico mediante la tarjeta de prepago Cero Emisiones que el Ayuntamiento de Madrid y la empresa energética distribuirán de forma gratuita.
La idea tiene su sentido. Las cabinas telefónicas habitualmente están situadas en la acera junto a la carretera y en muchos casos contigua a una o varias plazas de aparcamiento. Además dispone de una superficie ya existente (no habría que instalarla de nuevo) donde informar sobre el servicio, adaptar el lector de tarjetas electrónicas y literalmente sacar un enchufe al que conectar nuestro vehículo.
La inversión en cabinas reconvertidas a puntos de recarga de eléctricos oscila los 3.000-6.000€ y se ha previsto instalar a lo largo del año en curso más de 30 equipamientos de este tipo en Madrid, para alcanzar los 500 puntos de recarga totales a lo largo de los próximos años, como parte del Plan MOVELE para promover el uso de vehículos eléctricos y de híbridos enchufables.
El siguiente paso podría ser la instalación de puntos de recarga en las farolas, ¿por qué no?, a fin de cuentas tampoco estamos hablando de una infraestructura compleja, bastaría con adaptar el sistema de alumbrado de las ciudades en aquellos lugares contiguos a aparcamientos con un enchufe y un sistema de tarificación. Así de simple…
Vía: Telefónica | Europapress
Créditos de la segunda fotografía: Bigchus en Flickr
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