No hace tantos años, deportividad y cambio automático solían ser conceptos diametralmente opuestos, salvo algunas excepciones o intentos más o menos logrados. Cuando uno se planteaba comprar un coche deportivo rara vez se decantaría por un cambio automático, más pensados generalmente para el confort y la suavidad que en buscar extraer hasta el último caballo de forma efectiva de un motor.
Las cosas cambiaron relativamente para el gran público tras la aparición del cambio automático de doble embrague DSG, que permitían combinar de forma efectiva una conducción económica o confortable junto con una conducción más rabiosa y un tiempo entre cambio de marchas casi inapreciable. No vamos a entrar en cuestiones técnicas ya conocidas por todos, sino en discutir si todavía interesa más un cambio manual para un modelo de aspiraciones deportivas o por el contrario con el cambio automático son todo ventajas.
Para ello, Steve Sutcliffe de Autocar se ha puesto manos a la obra, con una prueba entre dos Volkswagen Golf R con el motor 2.0 TSI de 270 CV y tracción 4Motion. A simple vista, y salvo el color exterior, podrían ser iguales, pero lo cierto es que hay una diferencia sustancial entre ambos: la unidad en color Rojo Tornado lleva el tradicional cambo manual de seis relaciones, mientras que la unidad en Azul Intenso cuenta con el cambio DSG de doble embrague con idéntico número de velocidades.
Pues bien, ¿qué modelo es más rápido en una aceleración pura de 0-60 mph (0-96 Km/h) desde parado? A idénticas condiciones y especificaciones, el cambio de uno u otro modelo ha de marcar las diferencias existentes. La marca homologa un 0-100 Km/h en 5.7 segundos con cambio manual y 5.5 segundos con cambio DSG. Los tres intentos del probador de Autocar con cambio manual dan unos registros de 6.3, 6.4 y 6.6 segundos, saliendo desde parado con el motor acelerado a 4.000 rpm.
Como vemos, hay mayor dispersión entre el valor obtenido a cada intento, y de hecho el mejor registro se queda a más de medio segundo del valor declarado oficialmente, y es que hacer varios cambios de marcha rápidos y perfectos de forma manual nunca serán del todo perfectos (salvo que tengamos niveles de pilotaje casi a la altura de Walter Röhrl o similares, claro).
Ahora nos vamos al Golf R con cambio DSG. El cambio automático no se equivoca, es preciso y muy rápido entre el cambio de marchas, de forma que el salto entre una marcha y la siguiente es prácticamente inexistente. Tras situar el cambio en la posición S, todos los intentos se saldan con un tiempo medido en el Drift Box de 5.7 segundos en la aceleración de 0 a 60 mph, bastante más próximo al oficial y considerablemente más rápido que en la versión de cambio manual.
¿Qué versión, por tanto, interesaría más para el VW Golf R? Asumiendo que su potencial comprador será alguien que busca prestaciones y que quiera sacar el máximo partido al coche, el cambio DSG no decepciona en una conducción decididamente deportiva. Con los demás programas, incluso para el día a día sería también un cambio cómodo y muy adecuado. Además también deja oportunidad para el conductor a voluntad con el manejo secuencial a través de levas en el volante.
Ahora bien, esto tiene también su contrapartida: el cambio DSG tiene un coste adicional de aproximadamente 1.800 euros (el precio del Golf R DSG es de 38.680 €, frente a los 36.920 de la versión con cambio manual), además de un mayor mantenimiento (cambio de aceite de la caja de cambios cada 60.000 kilómetros). De lo que no cabe duda es que, a pesar de que todavía somos muchos los reticentes a este tipo de cambios, cada vez son más interesantes para todo tipo de uso, vehículos y conductores.
Vía: Autocar
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