En unas declaraciones a la cadena de radio SER, el Director General de la DGT – Pere Navarro – ha comentado que no se ha descartado limitar el acceso a coches potentes a los nóveles. “Suena raro que al día siguiente de sacarte el carné de conducir pueda conducir un coche de altísima cilindrada y de altísima potencia”, comentaba Navarro, haciendo referencia a que en motocicletas no se puede acceder al escalón superior hasta haber cumplido una edad, y dicho sea de paso más de un permiso.
No es la primera vez que el funcionario propone esta medida, en un encuentro con los lectores de El País en 2009 ya afirmaba que sería un buen sistema para limitar la siniestralidad. En los dos primeros años de carnet se concentran la mayor parte de riesgos de accidente. En cualquier caso, la DGT ha comunicado de manera oficial que esa reforma no estaría valorándose en un futuro cercano, pero tampoco se desecha. Como es lógico, reacciones enfrentadas no se han hecho esperar.
Por una parte RACE lo considera una tontería: su director de Seguridad Vial – Tomás Santa Cecilia – ha comentad que es contrario a la medida “por la sencilla razón que limitar la potencia no garantiza la reducción de accidentes”. Añade que “Más que prohibir lo que hay es que mejorar el sistema educativo. Es más efectivo trabajar en formación que en limitación, porque no podemos limitar el proceso tecnológico”. La asociación AESLEME (Asociación Española de Lesiones Medulares) no está de acuerdo.
Opinan que sería una medida acertada y que merece un estudio serio. En su opinión limitar la cilindrada o la potencia de los coches a los que pueden acceder los nóveles podría reducir el riesgo de los excesos de velocidad. Al directora de la AESLEME también comentaba que “antes de dar un supuesto permiso definitivo para conducir coches de gran potencia se exija al conductor que no haya cometido ningún delito contra la seguridad del tráfico”.
Todas las opiniones deben ser escuchadas, así que ahí va la mía. No creo que demonizar la potencia sea el camino a seguir. Es obvio que un coche de 200 CV andará mucho más que un utilitario de 60 CV, pero la idea es tener cabeza para usar esa potencia de manera racional. En malas manos, el coche de 60 CV puede ser tan peligroso como el de 200 CV. También es cierto que es muy fácil hacer estas afirmaciones, y tampoco podemos asumir que todos los que salen de las autoescuelas son conductores modélicos.
¿Cuál es vuestra opinión?
Vía: El País
En Diariomotor: La DGT no instalará más de 200 radares al año | La DGT estudia bajar la velocidad máxima en los accesos a las ciudades