Paulatinamente la marca checa comenzará a actualizar los motores de sus distintos modelos tal y como hizo tras la renovación del Fabia y del Roomster que incluyó los nuevos motores 1.2 TSI y 1.6 TDI de inyección directa y common-rail respectivamente. Los siguientes en la lista son el SUV Yeti y las berlinas Octavia y Superb.
Para comenzar el pequeño crossover checo Yeti se hace con el motor gasolina 1.4 TSI de 122 CV, asociado a una transmisión delantera manual, que pone fin al salto entre los 105 CV del 1.2 TSI y los 160 CV del 1.8 TSI. A mayores el turbodiésel de 140 CV podrá elegir con cambio DSG y tracción delantera en lugar de ir ligado obligatoriamente a la transmisión a las cuatro ruedas.
Para el Octavia el cambio es mínimo con el reemplazo del turbodiésel 2.0 TDI PD de bomba-inyección por el 2.0 TDI de 170 CV con la última generación de la inyección common-rail. Se podrá elegir con cambio manual de seis marchas o semi-automático DSG y tracción delantera o integral, aunque la combinación DSG + 4WD llegará a finales de año.
Hasta el momento el Superb cuenta con un rango de potencias completo por la parte baja-media pero muy distante del tope de gama, exactamente desde los 170 CV del 2.0 TDI hasta los 260 CV del 3.6 V6 FSI. El candidato perfecto para llenar ese hueco es el que fácilmente se imagino uno, el TSI de 2.0 litros. Parece que se incluirá una versión de 200 CV con cambio manual o automático DSG y posiblemente con opción de tracción total.
¿Por qué no la versión de 211 CV que lleva el Golf GTI, el Scirocco o el Seat Exeo? Muy posiblemente tratarán de deshacerse del stock actual para posteriormente intercambiar este motor por el actualizado. Aún así últimamente los Skoda más grandes se han ido actualizando con la incorporación de los últimos TSI y TDI al Octavia o las mejoras en equipamiento para el Octavia y el Superb.
Vía: carscoop
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